Capítulo 21

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— ¿Te sientes bien? – Jimin me miraba preocupado, supongo que le inquietaba el hecho de que aún tenía que lidiar con secuelas causadas por los infames rumores que rondaban toda la escuela. Me acomodé en la banca, Jimin estaba sentado justo al frente de mi como siempre, supongo que se nos había vuelto costumbre sentarnos en este lugar.

— Un poco, pero si soy honesta – aclaré. – Debo verlos todos los días durante lo que resta del año, fácil no es. – Esta era una de las cosas que más amaba de Jimin, siempre me escuchaba, independientemente de lo que fuera a decir, su cabeza se reposaba sobre la palma de su mano y escuchaba como si fuera a decir la cosa más grandiosa del mundo. Entonces, me dí cuenta. Nunca lo había escuchado a él. – Jimin – llamé su atención. Sus ojos marrones se posaron sobre mí. - ¿Te aburro? – Era una duda muy válida. Una sutil sonrisa se reveló en su semblante.

— Ya que lo preguntas… - comenzó. Este se irguió y empezó a estirarse, como si estuviera a punto de entrar en una pelea. – Eres realmente aburrida, jamás te lo dije porque sabía que me golpearías, por ende, prefiero mantener mi integridad como persona intacta. – Era un tonto. Inconscientemente mi memoria muscular me hizo proporcionarle un empujón “amistoso”. – ¡No es cierto! - lo negué de inmediato. – Lo siento. – Me disculpé al darme cuenta de lo que había hecho. No podía dejar de reír, el tenía la razón.

— Estoy jugando – dijo Jimin. – yo soy el aburrido de los dos. – Ni me molesté en responder lo absurdo de su supuesta afirmación. Jimin era tan inteligente, amable y naturalmente gracioso que a veces me daba ganas de darle un pequeño empujón por lo genial que era.

— Ignorando ese comentario sin sentido. – Ambos reímos. – Me gustaría saber un poco más de ti, si no te importa claro.

— ¿Qué te gustaría saber? – respondió Jimin con un movimiento coqueto de cejas. Me encantaría saber todo acerca de él. – Tengo secretos realmente obscuros ¿Segura que estás lista para escucharlos? – Los dos reímos por el dramatismo que le daba a la situación.

— No lo sé – solté, realmente no me importaba, si venía de él, era interesante. – lo que sea.

— Bien – el pelinegro se preparó mientras pensaba lo que iba a decir. – Lo tengo. – dijo nuevamente. – Odio con todo mi ser los mangos. – este no pudo terminar la oración sin poner cara de asco al final. – simplemente no me gustan, además son muy caros. – objeto. Sonreí al escucharlo hablar tan apasionadamente sobre su odio irracional a los mangos. - ¿Y tú qué detestas? – Jimin solo hizo terminar su frase cuando la campana que nos indicaba que era hora de regresar a clase sonó. Este agachó la cabeza con un poco de decepción.

— Es hora de regresar a clase – dije acomodando mi uniforme y poniéndome de pie. Jimin seguía sentado en la banca. - ¡Jimin, vamos levántate! – dije entre risas. El pelinegro se había apoderado de mi mano derecha y no le soltaba.

— ¿Y si no vamos a clase? – sus ojos eran realmente pequeños, pero aún podía ver claramente atreves de ellos como su maquiavélico cerebro trabajaba.

— ¿Y si mejor dejas de tener malas ideas? – este se levantó aun molesto sin soltar mi mano y se acercó a mí. No lo pude evitar, pero me dio un poco de nervios cuando este se acercó lo suficiente como para sentir su respiración sobre mi cuello.

— Pasaré por ti, mañana a las 5:00 p.m. no lo olvides. – sentí como mi cuerpo se erizaba al escuchar su voz profunda directamente en mi oído. Jimin no lo pudo ver, pero mi rostro se volvió tan rojo como los tomates y tan caliente como el sol.

— Llegaré tarde – chillé nerviosa. – creo, creo que mejor me voy… - dije huyendo de la escena del crimen. El pelinegro se quedó parado viendo como yo me alejaba con una sonrisa en el rostro.

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— ¿Entonces, no era cierto? – Le preguntó la chica a su amiga. Esta soltó un respiro muy fuerte y respondió.

— Si te soy honesta, Jiwoo estuvo muy feliz de conseguir el protagónico luego de que ya sabes quién la sacaran… - escuchaba como se movían de un lado al otro mientras que sonreían y se emocionaban con lo que su amiga les comentaba. – Debes preguntarle a ella misma, al principio lo negó, pero luego lo aceptó todo, obviamente está feliz de compartir escena con su ex…

— Creo que, si le pregunto sobre el tema, estará realmente furiosa, sabes que ella odia hablar de lo que sucedió. – Me mantuve en silencio todo el tiempo que mi cuerpo me lo permitió, no podía creer lo que acababa de escuchar. Me había sentido mal cuando vi a Jimin besarse en frente de mi con esa chica, pero no quería hacer un drama de ello, era su papel. Pero ahora que sabía esto, sinceramente no sabía cómo reaccionar.