Yildizim está bien no estar bien

Capítulo 8 ~ Danza

Dana

Finalmente, después de dos días he mejorado y estoy lista para volver a la escuela, todos los profesores me mandaron todos los trabajos y temas que habían visto mientras que yo no asistí, Peter es el único que vino cuando estaba muy enferma tanto que en un momento lo confundí con alguien más. Mi madre había venido el primer día, recuerdo que acababa de llegar a casa ese día llegue más temprano porque había pedido permiso para faltar en literatura, el dolor de cabeza era muy fuerte por lo que sabía que no pondría atención. Cuando llegue fui a la cocina por algo de comida y subí a mi cuarto, de rato escuche ruidos supuse que era ella y así fue, al parecer escucho que estaba en casa y no desaprovecho para ir a decirme algo.

  • ¿Qué haces aquí? —pregunto al verme en la cama —estas ahí echada y comiendo por eso estas como estas, deberías de hacer algo más, seguramente ni a la escuela fuiste y te quedaste aquí de floja. —como dije ese día no me sentía bien por lo que decidí quedarme callada —¿que no piensas hablar?
  • Hola. —dije finalmente.

Escuche como se fue dejando la puerta abierta y se fue diciendo no sé qué tanta cosa. Cuando escuche que se fue baje a dejar la comida a la cocina porque se me había quitado el hambre, subí nuevamente apague las luces dejando solo las luces led prendidas porque la oscuridad total es uno mis mayores miedos.

 Estoy frente al mural donde ponen todos los anuncios del colegio y hay uno que me llama la atención y lo tomo para leerle más de cerca, es un anuncio sobre un nuevo club que abrirán y es de todo tipo de baile. Antes cuando era muy pequeña me gustaba mucho bailar todo tipo de bailes y mi sueño de pequeña era ser bailarina, creo que todos hemos tenido ese sueño siempre. Desde que tengo memoria solía salir en cada uno de los bailables que hacían en el colegio, luego por alguna razón aquel sueño desapareció junto con mis ganas de seguir bailando, aunque creo que podría ser buena idea retomar esto una vez más.

Me voy al lugar donde se supone que están anotando a los que quieren unirse, veo a un grupo de estudiantes y me acerco a ellos para preguntar si ellos son los encargados.

  • Hola, vengo por lo de la convocatoria de baile.
  • Ha si claro— dice uno de los chicos, es rubio y de ojos de color —soy Freddie, pero me puedes decir Fred — dice con una sonrisa cálida en su rostro mientras me extiende su mano y yo le estrecho la mano.
  • Yo soy Dana, mucho gusto Fred.
  • Dana es un nombre muy bonito.
  • Gracias —le digo sonrojándome un poco y espero que él no lo note. —tu eres parte del club, supongo. —digo cambiando de tema.
  • Si así es, de echo fue mi idea abrir este club, desde muy pequeño me apasiona demasiado el baile.
  • Te entiendo, el baile es algo hermoso y del que muchas veces puede ser útil para desahogarse y escapara de la realidad algunas veces.
  • Exacto, porque solo estas tú, la música y el escenario, me gusta como piensas ah y regresando a lo del principio para entrar hay que conseguir una pareja de baile —me mira un poco y creo que con mis gestos me he delatado en que no tengo una pareja de baile. —aunque hoy podría ser tu día de suerte porque justo estoy buscando alguien que se mi pareja de baile, así que, si tú quieres, podríamos ser pareja de baile.
  • Bueno eso —iba a decir eso me parece perfecto y no lo hago porque alguien me toma de la cintura.
  • No hace falta yo seré su pareja. —dice el chico a mi lado.
  • ¿se conocen? —pregunta el rubio.
  • Lamentablemente —respondo — ¿Qué haces aquí Peter?
  • Los esperare con el resto para anotarlos. —dice Freddie retirándose de aquella tan incómoda escena.
  • Si, está bien.
  • ¿Qué haces? Suéltame quieres. —le digo al chico que me sigue sosteniendo con su brazo.
  • Cierto, lo siento. —me responde soltándome.
  • ¿Qué haces aquí?
  • Oye tranquila, que te vi en el pasillo cuando estabas viendo el anuncio así que vine detrás de ti y como escuche que necesitabas una pareja me anote, por mí no hay problema.
  • No necesito una pareja.
  • ¿Qué piensas ser la de ese chico? Creí que no te gustaba socializar.
  • Es cierto, aunque él no se ve tan mal persona, cae bien.
  • Mejor que yo no lo creo. —me responde con una sonrisa de oreja a oreja.
  • Pues créelo porque es cierto. —veo como aquello que dije le decepciono.
  • ¿acaso te gusta?
  • ¿Qué? Claro que no, ya te dije que nadie de aquí es mi tipo.
  • Y entonces ¿Por qué te sonrojaste?
  • Claro que no lo hice— dije con el ceño fruncido. —es mejor que vaya con Fred para anotarme. —digo dándome media vuelta y con la intención de caminar. Cosa que no es posible porque me toma del brazo dándome nuevamente una media vuelta y dejándome frente a él.
  • ¿dejaras que sea tu pareja de baile? Soy un excelente bailarín, como yo no hay ninguno. —dice viéndome a los ojos y dicho acto hace que por primera vez me ponga nerviosa por su presencia, además de que estamos demasiado cerca y eso hace que mi respiración aumente. —por favor pequeña, no te arrepintieras.
  • ¿Por qué tanta insistencia? —digo separándome un poco de él.
  • Te lo diría, pero eso solo haría que te alejes de mí y no quiero eso.
  • Entonces, ¿no me arrepentiré?
  • Te lo prometo, no te arrepentirás.
  • No quiero promesas, quiero hechos.
  • Y los tendrás. —me dice sonriendo dulcemente.
  • Bien.

Esta vez nos dirigimos los dos al grupo de estudiantes a los cuales como que no les agrada tanto Peter aun así no dicen nada cuando Freddie nos da la bienvenida al club. La mayoría de aquí tenemos una hora libre los martes antes de receso por lo que ha quedado como día de ensayo junto con miércoles y jueves después de las clases.

  • ¿comiste algo ya? Dice mientras que salimos del salón en el que estábamos.
  • No, aun no.
  • Bien, me alegro. —dice emocionado.
  • ¿te alegras?
  • Se escuchó mal lo sé, pero no me alegro porque no hayas comido o bueno si— ahora no entiendo nada y él lo sabe por mi cara —lo que pasa que mi madre te mando comida, dijo que eso te hará bien,            que, aunque te sientas ya bien tus defensas aun andan un poco bajas.
  • Peter
  • Anda ven vayamos a buscar un lugar para comer, no puedes rechazar la comida de mi madre, además ayer dijiste que cocinaba muy rico. —aquello era cierto la madre de Peter cocinaba muy rico y ayer se lo dije a Peter cuando estábamos comiendo lo que me había mandado.
  • Bien.




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