-me encontraba en Burger's World mientras un ladrón de segunda me apuntaba con un arma creyendo que teniendo una rehén con los ojos vendados significaría alguna ventaja para él, mientras exigía que le prendiera su cigarro al tener su única mano libre sirviendose a si mismo una bebida, le acerque el encendedor pero un segundo antes finjo que se me resbala, provocando que el muy estúpido sobre reaccionará e hiciera que se caiga en su bebida, ocasionando que se prenda fuego junto con la botella que se servía- se acabó el juego -empiezo a levantarme mientras el personal de local se dirigía ante la rehén para alejarla del ya casi inreconocible ladrón, me dirigí donde se encontraba Joey que estaba prostrado en el suelo pero una vez que confirmo mi seguridad se levantó asustado tomándome de los hombros-
¡¿te encuentras bien Yugi?! ¿ese bastardo no te hizo nada?
-respondo- tranquilo no pasa nada, estoy mejor que él -volteo disimuladamente para ver al pobre diablo en llamas, dejando salir una leve sonrisa, murmuro- solamente perdió el juego.
-despierto bruscamente de manera agitada, miro mis alrededores para darme cuenta que sigo en mi cama y que todo fue un sueño de lo que me paso hace tiempo- esto de nuevo. . . -sonrió- y lo que peor es que no me desagrada revivir esos recuerdos.
-algo llama mi atención y era el cofre donde contenía el Rompe cabezas del milenio- y todo empezo por que querías divertirte conmigo con la penosa excusa de cumplir mi deseo.
-suspiro de manera desinteresada- y realmente lo cumpliste pero solo me bastaba con uno, después te volviste un metiche -recordando la sensación de su cuerpo siendo manipulado por una entidad desconocida para él en el inicio y nuevamente recordando cuando lo venció en el duelo ceremonial para dejar su alma descansar en paz , nuevamente suspiro pero de manera pesada, por lo que deja su cuerpo caer en su cama, hablando para si mismo- pero al menos fue divertido encargarme de esas basuras con mis propias manos . . . incluyéndote Faraón -cierra los ojos y nuevamente vuelve a dormir-
-siente un aroma que empieza a despertarlo, aún somnoliento dice- mmm... parece que alguien me prepara el desayuno y desde muy temprano al parecer.
-se levanta para dirigirse a su cocina, ve que hay un maletín en su mesa de la sala- no me digas que...
-apenas su vista ve la razón de su despertar saca una sonrisa leve- oh en verdad te metiste a mi casa, sí que eres un perro obediente, tanto que no te contuviste en venir a mí... Kaiba
-el castaño sin inmutarse e ignorando al tricolor se dirige a servir el desayuno en la mesa- sabes muy bien porque estoy aquí, y créeme que te haré pagar por esto.
-el joven aún con su sonrisa provocadora se acerca al castaño para levantar la ropa de su uniforme para ver unas sogas amarradas debajo- debo reconocerlo, realmente cumples muy bien los castigos que te ganas, ¿será que te encanta satisfacerme luego de perder de manera tan miserable?
-la provocación surte efecto, haciendo que el castaño le tome de su ropa levantándolo un poco- y me voy asegurar que me pagues por cada una de estas humillaciones.
-el tricolor le mira fijo respondiendo de manera sarcástica- muy bien pequeño, desayunemos para ver qué nuevo reto me traes y decirte con que vendrás mañana.
-tal respuesta solo provocó que el castaño de ojos zafiros frunciera entre sus ojos y diga- olvida el desayuno, es hora del duelo.
Editado: 02.12.2019