Yo oí que...

24: Esa Llamada.

 

Alex.

 

<< Hace mucho que no venía a la clínica. Había estado un poco ocupado con el trabajo que había conseguido por las vacaciones, sé que mi abuela me lo perdonaría pero aun así me hacía sentir mal.

—Deja de pedir perdón—dijo ella tratando de calmarme.

—Prometo que vendré más seguido.

—No te preocupes, de todas maneras nunca estoy sola gracias a la chica que me viene a leer por las tardes.

Mi abuela ha mencionado a esa chica en cada una de mis visitas y de verdad que estoy agradecido con ella por hacerle compañía a pesar de que no la conozca.

—Dale las gracias de mi parte.

—Algún día tú lo harás, creo que te agradaría si la conocieras. >>

 

§

 

Habían pasado varias semanas tranquilas, incluso ya estábamos a nada de hacer el examen de admisión a la universidad y a dos meses de salir de la escuela.

Luke y Lisa habían pasado demasiado tiempo juntos, ahora eran muy buenos amigos y los dos estudiarían derecho. Gracias a ella, Luke ya no se había sentido tan solo ya que Natalie no estaba ya presente en la vida de él. Consiguió otro grupo de amigos, incluyendo a Tomas y bueno, nosotros ahora éramos un poco más unidos con nuestro grupo de amigos; Sam y Max estaban más felices que nunca, iban a separarse en la universidad pero solo estarían a media hora de distancia así que iban a intentar seguir juntos.

Ellos eran de esas parejas que se veía que tenían mucho futuro juntos.

Mientras que mi relación con Core iba cada vez mejor, aún éramos solo amigos pero al menos yo no tenía ojos para nadie más, espero que ella tampoco, aunque a veces pasaba demasiado tiempo con el profesor Collins y eso había sido un punto clave para que inventaran rumores sobre ellos. Yo sé que son falsos, pero de verdad que es molesto que digan ese tipo de cosas.

Estaba esperando el momento correcto para que pudiéramos ser algo más, y al parecer ese momento podría ser hoy ya que estábamos viendo una película en su casa mientras su madre y Charlie no estaban. Como había sido la costumbre estos últimos días.

Nada podía ir mejor, esta oportunidad era la correcta para hablar con ella del tema que dejamos pendiente meses atrás.

—No entiendo porque cada minuto tienen que sacar una canción—dijo sacándome de mis pensamientos.

—Core, es un musical.

— ¿Y? No ayuda nada a la historia. Es irrelevante—estábamos viendo Los Miserables.

Mi película favorita y ella la estaba menospreciando.

—Estas insultando algo que amo muchísimo—voltee a verla. Y ella abrió los ojos sorprendida y se tapó la boca.

—Era broma—rio nerviosa—. A parte, no es mi culpa que te encanten las películas aburridas.

—No arreglas para nada el problema, Core. Ni mi corazón roto.

—Ups.

—Pero ya te ahorraras tus comentarios. Solo ve la película.

Continuamos viendo la película y después de casi dos horas, Core casi estaba llorando con el final.

No por nada era una película perfecta.

—Lo bueno que era muuuy aburrida—dije y me miró.

— ¡Lo es! Solo que quiero llorar de aburrimiento. Sí, eso.

—Si claro lo que digas—se limpió sus mejillas donde antes había lágrimas aunque una de ellas se escapó así que yo la limpié, mi mano se quedó ahí.

Ella no pareció incómoda por mi tacto.

Poco a poco me fui acercando a ella con el temor de que fuera a alejarme pero ella no se movía, solo miraba a mis ojos hasta que mis labios rozaron los suyos. Y ella no se apartó de mí, en cambio me tomo del cuello y correspondió a mi beso.

Demasiado rápido diría yo.

Esta vez en estado de sobriedad, en una noche tranquila y sabiendo lo que sentíamos por el otro. 

La película había terminado y todo estaba en silencio a excepción de nuestras respiraciones, después de un rato yo terminé sobre ella acostados en el sillón jugando con el borde de su blusa y ella recorriendo mi espalda con sus manos.

Era un momento muy especial, muy íntimo. Y adoraba cada segundo de esto.

Nos separamos por un momento y yo no podía dejar de mirarla. Tal vez era el momento de estar juntos.

—Core...—el sonido de mi celular me interrumpió.

—Contesta, podría ser importante—le sonreí y de mala gana me levanté, ella se sentó y comenzó a cepillar su cabello con sus dedos.

De no ser por esa llamada tal vez ya le hubiera dicho que quería estar con ella.

De no ser por esa llamada tal vez Core ya sería mi novia.

De no ser por esa llamada tal vez hubiéramos continuado con nuestro beso y tal vez hubiéramos llegado a algo más.



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Editado: 22.12.2022

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