Un ente extraño.

En la noche William vino a visitarme al hospital, me trajo un peluche pequeño y bien lindo, me encantó el detalle pero no me gustó haberme reunido por primera vez con él de esta manera. Él me abrazo y no pude evitar llorar por ser tan estúpida y no haberle hecho caso a mi abuela, pensé que tenía amigos, pensé muchas cosas que al final pararon destrozándome física y emocionalmente.

No quería pensar en nada pero tenía qué, William hablaba con Luisa y Laura mientras que yo perdía mi mirada dentro de las cuatro paredes que me rodeaban, cada lugar que volteaba a ver me recordaba a como me golpearon, decidí contenerme para no armar un gran escándalo.

Lloré de recordar los rostros de quienes vi haciéndome daño, quería moverme de la cama porque la posición en la que estaba se había vuelto tan incómoda, pero sentí un grave dolor en mi abdomen, tuve mucha curiosidad por saber que había pasado, y vi una gran cortada por debajo de mis pechos, era un rasguño enorme, pero eso hacía que me ardiera la parte del abdomen. Recordé que eso me lo hizo Aqua. Y no me lo hizo con una cuchilla sino con una patada, y su tacón pasó rozándo mi piel. Luego recordé que Carol me había quitado la blusa quedando sólo el sostén, nunca antes había mostrado mi cuerpo y no quiero imaginar el tipo de memes que están haciendo en estos momentos.

Me llenó de tanta rabia ver a algunas partes de mi cuerpo en mal estado, entre ellas mi piel, no quería pensar en que si me quedarían por siempre esas marcas pero por mi suerte no, aunque la del abdomen tardaría mucho tiempo en sanar puesto a la gravedad de la herida.

William entró y me distraje un montón hablando con él, algunas enfermeras acudieron hacia mí para hacer su trabajo, o para cuidarme por si necesitaba algo, pero por el momento no se me ofrecía nada así que quedé a solas con William.

Él me contó todo lo que había pasado, me mostró las imágenes que tanto temía, y no eran como las pensaba, eran peor. Algunos ratos dudaba de haber visto a algunas personas, pero simplemente no me acuerdo mucho, oí palabras y en eso un líquido rosado me vino directo a los ojos, no pude ver quien fué que me arrojó ese líquido, estaba tan adolorida y tenía como una especie de batido de fresa en mis ojos, oídos y nariz. Estoy muy segura que se agregaron personas las cuales no alcancé a ver, pero según me cuentan, estuve incosciente después.

Quería mi bolsón para buscar qué tanto se habían arruinado mis libros. Mi bolsón se miraba algo sucio, pero William tuvo la delicadeza para pasármelo y ponerlo en una posición dónde yo pudiera sacar algo. Estaba usando solo una mano debido a que tenía el brazo izquierdo fracturado. Me levanté y mientrás buscaba sentía un olor a podrido, revisé la bolsita de adelante ya que ahí provenía el olor y alcancé a ver que era una bola color gris. Decidí tocarla para ver qué era. Estaba observando y ví que fue la hamburguesa que ayer me haía dado Ina.

Me vino un asco que Will predijo que iba a vomitar pasándome una bacinica debido a que era lo único que había. Seguí vomitando al saber que lo que me habia pasado fue una bacinica.

-Que puto asco.

-Lo siento, era lo único que había y sino hubieras hecho un gran desastre a tu alrededor.

-INA ES UNA ZORRA.

-No estoy entendiendo nada. ¿Qué tiene que ver ella?

-Ina me dió esta hamburguesa ayer, la olvidé pero que bueno que no la comí, porque me dió esto y saber de cuantos días es, me dió algo podrido, y los demás también me dieron comida.

-Porqué aceptas comida de gente así.

-Pensé que era mi amiga, no tenía nada que temer.

-No me imagino qué habrás comido.

*Vomito otra vez. No tengo idea de qué jodidos comí, hasta este punto no me extrañaría saber que comí algo que los demás pusieron. 

-Lo bueno que no le agregaron veneno, porque... no mames, ya estuviera muerta.

-No estás muerta pero si ingeriste algo malo, posiblemente eso haya sido la causa de algún malestar que hubieras tenido.

-Ohhhhhh demonios, siii, me enfermé del estómago, y de sólo pensar qué comí, me da náusea, es una mierda! me rehuso a cenar.

-Tienes que comer algo. 

-No quiero, quiero vomitar todo lo que hasta el día de hoy he comido, quiero que me hacerme una desintoxicación.

-No digas eso, estás bien, pero trata comer algo para que recuperes fuerzas, dudo que quieras estás constantemente débil y que tu recuperación se haga más difícil. Acuérdate que tienes que asistir a tu nueva escuela.

Lo que me faltaba, ya no quiero estudiar. 

Estuve hablando un rato más con Will, luego se despidió de mi ya que se hacía muy tarde.

De imaginar que tendría que recuperarme pronto decidi dormir otra vez, he estado como un panda, duerme y duerme y duerme, es como la cuarta vez que duermo. Tenía unas grandes ganas de soñar con mi otro yo. 

Sólo pude soñar cómo hubieran sido las cosas si hoy hubiera sido un día normal, como si hoy hubiera sido el mejor día de mi vida. Sentía las lágrimas recorrer mis mejillas a pesar de estar dormida. Me quería despertar pero no podía, hubiera querido que mi abuela no tuviera la razón, hubiera querido no haber vivido una tortura como hoy. 

Luisa entró a ver a Sky, al verla dormida le dió un beso en la frente. Se quedó a cuidarla, pero luego también se quedó dormida.

Sky en su sueño, se recordó de su otra yo.

-Hola ente extraño, ¿estás aquí?

Nunca se apareció, siguieron pasando momentos lindos que hubiera querido vivir ese día. y como unos minutos antes de despertarse logró por fin ver otra vez a su otra yo.

-Espero que me hagas caso con lo que te dije.

-Holaaaaa, tenía tantas ganas de hablar contigo, dime quien eres ente estraño.

-No me llamo así, y soy...

-Dime que no estoy loca.

-No estás loca, y soy...

-Claro que si, eres un ente extraño, y me encuentro hablando contigo.