Señorita Karma, estás haciendo mal tu trabajo.

- ¿Estás bien? Has estado callada durante todo el camino. -Me preguntó Carl.

-No sé por qué me siento triste.

-Lo siento, no te tuve que dejar sola.

-No es por eso, me divertí con quienes me topé… bueno… algunos. -Pienso en Rick.

- ¿Entonces por qué te sientes triste?

- ¿No deberías de estar tan ebrio? Tu olor es evidente. -Dije con tal de desviar el tema.

-Ya no me hacen tanto efecto como a ti, no te tomaste ni una cerveza entera y mira como andas.

-Ehh, No puedo saber el por qué me siento así y que quede claro que disfruté mucho más la cita de hoy, aunque a veces es normal que uno tenga descontrol de sus emociones. -Retomé el tema.

- ¿Sabes por qué te dejé sola hoy? -Me quedé escuchándolo. -Por mis padres, extraño a mi mamá, pero estoy tan enojado con mi padre y yo sé que yo soy el culpable. Y de todo lo que me han advertido se ha vuelto realidad, duermo cada día decepcionado de mí y que las palabras de mi padre se hagan realidad al decir que soy un bueno para nada.

-Confieso que al principio si quise hacerte sentir mal diciéndote las verdades, pero eran otros momentos. Eres una persona muy agradable cuando quieres, aunque tienes que mejorar ciertas cosas, pero en cuanto al trato que me has dado estoy muy bien. Probablemente si tratas mejor a tus padres e intentas hablar con ellos pienso que las cosas irían mejor.

- ¿Cómo haría eso?

-Pidiéndoles perdón. También cambiar tu forma de ser porque estoy segura de que tus padres te aman y por eso mismo también te han permitido llegar tan lejos.

-Perdón por recordarte eso.

- Pienso que tus padres merecen respeto, tú tampoco has hecho cosas buenas.

-Mejor cuando me ayudes, opina. -Dice entrando a un peor estado de ánimo.

-Está bien, ¿crees que no voy a poder?

-No quería que me vieras de esta forma, es por eso por lo que no estuve contigo. Lloro cuando me doy cuenta de la mierda de ser humano que soy.  No lo decía enserio lo de que me ayudaras.

-Pero por algo lo dijiste. Llámale a tu padre, si las cosas resultan entonces habrás resuelto uno de tus problemas.

-No, mejor cambiemos de tema…

-A que no te atreves. -Lo reté en pocas palabras.

-Está bien… pero tú me ayudas en lo demás. -Respondió al cabo de unos 20 segundos.

-Antes que nada, ¿qué tan dispuesto estás para recuperar la confianza de tus padres?

-Jamás me la han dado, sólo que me quitaron su apoyo en todo.

- ¿Qué tanto lo necesitas?

-Mucho, tengo la misma mentalidad de cuando era un adolescente, lastimosamente me vengo a enterar que la vida no es tan fácil a como la pensé.

-Okey… suficiente. Llámale, dile que quieres hablar con él frente a frente y luego le expresas tus sentimientos y lo acompañas con un perdón sincero. Ahora si no resulta que es poco probable pues miramos otra solución.

-No creo tener el valor de hacerlo. Hace demasiado tiempo que no lo veo.

- ¿Cuánto?

-Como 5 años. Él me ha estado intentado contactar, pero siempre me llega una gran cobardía. No quiero que me diga “Tenía razón, me das vergüenza”.

-No pierdes nada con intentarlo. La vergüenza la tuviste que perder desde que empezaste a cometer estupidez tras estupidez.

-No sé cómo responder ante eso. Pero simplemente no puedo.

-Hazlo, después te quedarás muy arrepentido de no haberlo hecho antes. Llámalo. -Apunté a su teléfono.

-Okey. Pero no sé qué decir.

-Primero lo saludas, luego le dices que le quieres hablar y por si acaso le dices que es preferible de frente ya que quieres arreglar las cosas con él. Así sabrá por lo menos que estás muy interesado.

-Me tienes que indicar qué debo de decir específicamente.

-Claro que no. Deja que las palabras te fluyan, sólo tú conoces tan bien tu situación. Respira hondo y llámalo de una vez por todas.

Carl lo llamó y enseguida un señor con la voz muy seria le respondió.

-Hola padre, emm yo… ehh. -Tartamudeo varias veces a lo que pude hacerle una señal, para que respirara con el fin de relajarse y comunicarle a su padre lo que quería.

-Dime Carl, ¿Por qué no contestas mis llamadas?

-Padre… sobre eso quería hablarte en persona.

-También yo. Quiero saber por qué te has gastado gran parte de tu fortuna en cosas que no necesitas.

*Segundos después Carl colgó.

- ¿Qué te pasa? Ya estabas dentro de todo. -Le reclamé.

-No puedo. Enserio quiero arreglar las cosas con mis padres, pero me siento tan mal de mis acciones. Ayúdame.

-Carl, esto lo deberías de hacer sólo tú. Hazle frente a todo.

-Ayúdame por favor, tú te oyes más segura.

-Tu padre no tomará en cuenta mis palabras.

-Hazte pasar por mi asistente. Así él te tomará en serio.

-Nunca he sido una.

-Hazlo por mí… -Me suplica a lo que accedo.

-Está bien!!! Pero que quede claro que quien hablará de frente con él serás tú, no yo.

-Okey, como digas.

*Vuelve a llamar a su padre quien le contestó muy histérico.

-No sólo desde hace mucho no te veo y ya te portas tan inmaduro conmigo!!!

-Buenas noches, señor, le habla la asistente de Carl. Por el momento él no se encuentra en las mejores condiciones para atender a su llamada…-Improvisé hasta que me interrumpió.

- ¿Y ahora qué le pasó? Tuvo que pasarle algo importante como para que me colgara sin darme explicaciones. Qué gran falta de respeto hacia su padre.  -Me dijo con un tono capaz de congelarme.

-Son explicaciones que él le brindará en persona. Por el momento me informó que quería reunirse con usted, se podrá hacer la cita.

-Qué raro, él nunca me informó que tuviera una asistente.

-Soy nueva, pero estoy para lo que usted guste. -Le fruncí el ceño a Carl.

-Dígale que venga mañana en cualquier momento. Puede ir a buscarme de preferencia a mi oficina.