Yo soy Susana

Capítulo 14

Narrador

—Es increíble lo bajo que ha caído tu hijo —Enricco miró el periódico que su esposa le estaba extendiendo

—No veo nada de malo, al contrario, me hace feliz, el saber que Vicenzo está volviendo al mundo, se encerró por meses en la casa de la montaña cuando ella murió.

—¿Cómo puedes alegrarte? ¡Mírala se nota que es una trepadora! Quién sabe con cuantos hombres ha estado, eso mancharia a nuestra familia

Enricco furioso se pone de pie y tira la  servilleta en la mesa.

—¿Desde cuando eso a mi me ha importado? ¿Te recuerdo que cuando te conocí trabajabas en un salón de belleza y ganabas lo justo para vivir? Nunca pensé que eras una trepadora por no pertenecer a mi circulo social, en cuanto a cuántas parejas ha tenido no nos incumbe ni a mi ni a ti, es más ni siquiera a mi hijo, el pasado de esa muchacha no nos importa.

Salio furioso del comedor, mientras Lorenza hacia una bola el periódico, esa maldita no se iba a quedar con Vicenzo, por muy guapo que fuera Enricco no había podido amarlo, menos desearlo, su cuerpo se encendia al ver a Vicenzo, cuando lo veía hacia el amor con mucha pasión con Enricco imaginando que era con su hijastro que está en la cama, esa maldita jamás se convertirá en su esposa.

*****

—¿Dónde está el ejército de guardaespaldas? —llevó un bollo dulce a su boca, cerró los ojos al deleitarse con el sabor. 

—Les di el día libre, solo Loren esta trabajando —extrañamente Eva Pandora también adoraba los bollos dulces ¿Qué tanto se parecían ambas? O ¿era su imaginación que lo hacía ver a Susana en  Eva?

—Pobre Loren, debe estar odiandote porque no le has dado el día libre también —él soltó una carcajada por su comentario.

—No lo creo —sonrió genuinamente a ella, disfrutó verla comer de todo, las mujeres con las que había salido no disfrutaban la comida por el miedo a engordar —Se negó a tomarse el día. ¿Crees que a ella le hubiera gustado este lugar? 

Ella dejó de comer, lo miró a los ojos.

—Tú mejor que nadie debe de saberlo o ¿no la conocías lo suficiente?

—Le hubiera encantado —recostó su espalda en la silla rústica —Ella era sencilla, adoraba la naturaleza, una vez al mes acampaba para mirar las estrellas.

Eva abrió los ojos como plato ¿Cómo rayos sabía que acampaba en el jardín trasero de la casa de sus padres? Ella no había terminado de crecer en esa parte, se sentía como una niña cuando acampaba.

—Si, cuando era una niña —sonrió avergonzada.

—No, la última vez que lo hizo fue dos fines de semana antes de nuestra boda —pasa su mano por su cabello.

—¿Cómo lo sabías? —se sentía molesta por que con Vicenzo no tuvo privacidad en lo absoluto.

—Lo sabía todo de ella 

Eva desvio la mirada furiosa

—¿Temias que te fuera infiel, como lo eras tú cada día con diferentes mujeres?

Él la miró con dureza 

—Ella nunca lo hubiera hecho, Susana era una mujer excepcional.

Eva calló a su mente venía la noche que bebió, esa donde sus labios recibieron su primer beso de un desconocido, al parecer aún no era perseguida por la gente de Vicenzo cuando se beso con ese hombre.

—Ya estoy cansada —se puso de pie, pero él la tomó de la mano, lo menos que quería era contacto físico con él, lo odiaba por haber mandado a asesinarla.

—Eva ¿has pensado en algún momento como seríamos nosotros como pareja?

Se soltó.

—¿De qué hablas?

Vicenzo suspiro y sonrió 

—Si, esta mañana que vi el periódico donde nos han anunciado como pareja, no me ha parecido mala idea. De hecho hacemos bonita pareja.

—Según tengo entendido, te casaras con la hija menor de los Santiago —entrecerro los ojos, deseaba ver su expresión al mencionarle su amante, pero para su sorpresa él hizo una mueca de molestia.

—Con la única Santiago que iba a casarme esta muerta.

—Creo me estas mintiendo, la misma Melany me ha anunciado que se casará contigo.

Él se puso de pie y se acercó a ella

—No he considerado nuevamente el matrimonio desde que perdí a mi prometida, pero contigo puedo considerlo.

—¿Por mi? —Eva sonrió, si se casaba con Vicenzo le ganaría a Melany, volveria la vida de él en un completo infierno.

—Si, pero no me has dicho si nos has considerado como pareja.

—Claro, también pensé lo mismo está mañana que leí el periódico, nos vemos fantásticos.

Él tomo ambas manos de ella entre las suyas, la vio a los ojos.

—¿Te gustaría que lo intentaramos? ¿Te gustaría ser mi novia? —ella lo miro y sintió rabia, ese era el momento que tanto soñó, noches enteras llenas de desvelo soñando con este momento y ahora lo tenía, pero como otra mujer, con otro nombre, con otro propósito.

Se mordió la lengua para no gritarle y decirle ¿Porqué nunca se lo pidio a Susana? ¿Por qué siempre fue tan cruel con ella, que no la tomó en cuenta? ¿Porqué nunca pensó que ella tenía sentimientos y como toda mujer anhelaba esos detalles?

—¿Qué dices Eva? ¿Te gustaría que lo Intentemos?—Vicenzo la miró.

Ella sonrió, aplastó la emoción que sintió Susana al recordarle que el hombre que tenía frente a ella la quiso matar, se preguntó una vez más ¿cuál sería el móvil? Él le acababa de decir que no quería casarse con su hermana ¿entonces porque la envió a matar? ¿por qué no la quería más en su vida?

—Acepto ser tu novia, pero déjame advertirte que no soy una persona fácil —Vicenzo sonrió, la quería alejar de Federico, les tenia cariño a los padres de Susana, por ese motivo le había pedido que fuera su novia. Ya mucho habían sufrido por la perdida de su hija, no iba a permitir que Eva Pandora les hiciera daño.

—No te preocupes, tampoco soy fácil de tratar —se acercó para besarla, pero cuando sus labios estuvieron a punto de tocarse, ella se apartó de él.

Él se sintió sorprendido, claramente lo había rechazado ¿Acaso no le parecía atractivo? En la fiesta de bienvenida ella lo había besado.



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En el texto hay: odio dolor, venganza amor

Editado: 26.12.2022

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