La mañana del 17 de abril, bajaba presurosa las escaleras, chocándose intempestivamente con alguien, al levantar la mirada, ella no podía creerlo estaban tan cerca que sus rodillas casi se doblaban, ¿Qué me está sucediendo?, nunca me había pasado algo así.
Soy una tonta, pero, ¿Qué es esta extraña sensación? no, no Anghela, déjate de esas cosas, esto es ridículo, no puede ser.
Habían pasado varios días en que Anghela no se permitió buscar su mirada o algo parecido, hasta que se volvieron a chocar en las escaleras...
Yaneth era delgada, piel blanca, tenía ojos marrones verdosos, con un metro setenta y cinco de altura y de cabello negro con mechas rubias el cual llevaba un corte estilo choppy bob con raya al lado.
No puedo creerlo, pensé que esta sensación se había ido, le estoy dando la mano y mi vida… y mi vida se va junto a ella. Ella, sí, es una mujer y siento mariposas en el estómago ¿¡qué me pasa!?, me encanta su sonrisa, sus ojos, su mirada, su aroma…. ¡Me estoy volviendo loca!