Capítulo 15
- ¡Señorita Anghela! ¡señorita Anghela! - era la voz de Juana, una de las meseras del negocio.
- ¡¿Qué sucede?! – responde saliendo de la oficina.
- ¡Es Claudia!, se está poniendo roja y parece que le falta el aire.
- ¿Y Julia? ¿dónde está? - dice mirando a la niña, Claudia era la hija de Julia.
- La hemos llamado, pero no contesta el teléfono… - responde la joven.
- Está bien, me la llevaré al hospital. – toma en brazos a la niña - Ustedes sigan tratando de comunicarse con Julia.
En el hospital
- Señora, ¿usted sabe si su hija es alérgica algún medicamento o comió algo que le hiciera daño? – pregunta la enfermera saliendo de la sala de emergencias donde estaba la niña.
- No lo sé, la verdad no lo sé, yo… - responde Anghela frustrada por no saber la respuesta.
- Sí enfermera mi hija es alérgica a la nuez… - dice Julia entrando corriendo
- ¡Julia!, ¡gracias a Dios que estas aquí! - expresa aliviada Anghela.
- Está bien, se lo comunicaré al médico – responde la enfermera.
- Gracias señorita. Julia lo siento, no sé cómo pasó… - se dirige a su amiga tomándola de las manos.
- Los chicos le dieron una galleta que contenía nuez, me lo dijeron cuando por fin pudieron comunicarse conmigo… - cierra los ojos - soy una tonta como no se los dije… - se toca la frente visiblemente preocupada.
- Tranquila Julia, Claudia va estar bien…tranquila…
- ¡Julia! – se escucha una voz saliendo de la sala de emergencias.
- ¡Ricardo!... – responde - ¿Cómo está mi hija? – se acerca a él con lágrimas en los ojos, soltándose de Anghela.
- Descuida Julia, ella está bien no te preocupe, - sonríe tranquilamente - hicimos todo lo necesario para que así sea. Mañana puedes llevártela a casa, fue buena la reacción de traerla inmediatamente al hospital.
- Gracias Ricardo, … - sonríe aliviada - si no fuera por Anghela, - mira a la mencionada - que la trajo rápido al hospital… ¿puedo entrar a verla? – vuelve a mirara al doctor.
- Una vez que la trasladen a una habitación podrás hacerlo…. – la toma del hombro - Como esta señorita Anghela un gusto volver verla – dice mirándola y sonriendo.
- Hola. – responde Anghela sin expresión alguna.
- Bueno, ya te llamarán cuando puedas entrar a verla… ahora sécate esas lagrimas – saca un pañuelo y le seca las lágrimas - porque si Claudia te ve de esa manera se asustará, ella está bien créeme ¿sí?, - la mira fijamente con una sonrisa tranquilizadora - o acaso piensas que te mentiría con respecto a tu hija.
- No claro que no, amigo. – responde Julia más tranquila.
- Entonces, cálmate… yo continuaré con lo mío, pasaré a ver a Claudia antes que acabe mi turno.
- Sí, se alegrará al saber que has sido su médico – sonríe aliviada.
- Nos vemos luego ¿sí?… hasta pronto señorita Anghela. – mira a Anghela y se retira
- Que tenga buena noche Ricardo – lo mira sonriendo.
Minutos después Julia y Anghela fueron avisadas para que pasen a la habitación donde se encontraba la niña.
- Me parece que le gustas mucho a Ricardo – dice Julia sonriendo mientras arropaba a su niña.
- Y de dónde lo conoces…
- Ricardo y mi hermano son amigos desde hace mucho, fueron a la misma facultad.
- ¡Vaya! Quién lo diría.
- Si pues, cuando recién lo conocí también tuve una impresión diferente de lo que realmente es. –se sienta en el sofá del lugar.
- A que te refieres. – se sienta a su lado.
- A que cuando estaba estudiando con mi hermano, - sonríe - él paraba siempre en mi casa, solo le faltaba llevar su cama, realmente pensé que era un “comodín” pero… después de tratarlo y conocerlo más, creo que se sentía mejor estando con nosotros que en su propia casa, así que se hizo parte de la familia.
- ¿En serio? – Julia asienta.
- Sé que ha tratado de ser tu amigo y lo has avergonzado en todas las ocasiones… - sonríe como temiendo de decir las palabras incorrectas.
- ¿¡Qué!? – abre los ojos asombrada.
- Sí, lo sé todo…hasta la tonta platica sobre Roberto Carlos…me lo contó todo. – se ríen - No me he querido meter porque ustedes son adultos, pero… él no es mala persona, es todo lo contrario…además, no te está pidiendo matrimonio, solo quiere ser tu amigo. Porque no le das la oportunidad.
- Dijiste que no te ibas a meter. – levanta una ceja.
- Si sé lo que dije, que difícil eres amiga… - mueve negativamente la cabeza sonriendo - Anghela, - ella la mira - gracias por todo lo que has hecho por mi niña. Gracias, no me imagino que hubiera pasado si no la traías de inmediato al hospital…
- Basta deja de preocuparte, el doctor te dijo que estaba bien ¿verdad?, así que fuera preocupaciones… - sonríen