CAPITULO 6

                    Es hora de frenar

— Uff, eres pura dinamita nena— dice Jackson entrando a mi Oficina.

— Lo sé— le digo orgullosa levantando un poco la barbilla, para luego hecharnos a reir.

Unas 3 horas después salgo de la empresa para ir a visitar a papá.

Unos 20 minutos después, ya estoy entrando en casa.

Voy directo a la cocina, por que hambrienta si estoy, cuando me encuentro con Margarita, la encargada de la cocina.

— ¡Mi niña! — Exclama— ¡que hermosa estas! — dice, acercándose para abrazarme.

— Lo sé— digo separandome de ella, haciendo un gesto con manos y hombros. Por lo que ella ríe.

— ¿Llegaste hoy?— pregunta.

— Si, y estoy hambrienta— contesto haciendo un puchero. Por lo que vuelve a reir.

— No lo dudo— dice, aun riendo.— he preparado tu platillo favorito... Tienes suerte.

— Margarita, ¿sabes donde están todos? Meredith, Jefferson y papá.

Meredith es mi madrastra y Jefferson es su hijo, lo que lo convierte en mi hermanastro.

— Bueno, el señor Jefferson esta en la Universidad, la señora Meredith esta en el Salón de belleza y su padre salió para cenar con unos amigos.

— Ash— me quejo.— Se suponía que venía a verlos a ellos.

Margarita trae el plato al pasa manos, como, y unos 20 minutos después, decido irme.

— Margarita. Por favor digales que pase a saludar.

Salgo de la casa y entró en mi coche para irme a mi apartamento. Unos 30 minutos después llego.

— Hola mark— digo saludando al portero Mientras entro al edificio. Me dirijo al ascensor, y cuando se abren las puertas entro y presionó el botón del último piso.

Saco las llaves de mi apartamento, abro la puerta y entro.


 

Al entrar, veo unos sobres en el suelo, los levanto pero no les doy importancia, los colocó sobre la isla de la cocina y me voy directo a mi habitación, me quito todo lo que llevó puesto y entro al baño, preparo la tina con agua tibia, pétalos de Rosas y jabón para hacer un poco de espuma, entro en la tina, y simplemente me relajo.

Cierro mis ojos unos minutos, haciendo que mi mente haga un recorrido de todo lo que ha pasado en las últimas 48 horas, por lo que también analizó la persecución de anoche. ¿De veras era a mi a quien perseguían? No me cabe en la cabeza cual sería la razón. Por otro lado, mi mente se invade con los pensamientos sobre Aiden, sinceramente es impresionante, me ha dejado boquiabierta, aunque yo también me he asegurado de hacerlo— pienso, dibujando una sonrisa en mi rostro. No se si estos serán los Juegos del hambre lo que se, es que, voy a ganar este juego.

1 hora después salgo de la tina completamente renovada, salgo a la habitación colocandome algo cómodo, cuando me topo con la chaqueta que me había prestado Aiden aquella noche.

Y, desafortunadamente para él, se me ocurre una loca y psicópata idea: Investigarlo.

Buscó mi laptop, me siento en mi escritorio y comienzo a teclear.

Ya llevó más de una hora, pero no hay mucho, solo fotos de cuando era un adolescente, nada de como esta ahora o información personal.

Estas loca Isa, ¿desde cuando andas acosando chicos? Me reprende mi subconsciente.

Me levanto del escritorio para ir a la cocina por un vaso de agua, abro la nevera y me sirvo. Los sobres aún están en la isla, así que decido abrirlos.

No tienen destinario ni nada que me diga quien los envió o si de verdad son para mi.

Abro uno de los sobres, saco el papel y leo: Ya haz llegado bastante lejos, es hora, de que comiences a frenar.

Rayos... Esto parece una película de terror, sonrió un poco.

Abro el otro sobre, saco el papel y leo: Quizás esta vez saliste intacta, pero la próxima vez no volveré a fallar.

Y aunque quiera parecer fuerte, esto da miedo, mi corazón se acelera al recordar todo lo que había pasado la noche anterior, el sonido de los disparos, y la respiración agitada de tanto correr.

Enserio alguien me persigue. Y quiere matarme.

Salgo de mis pensamientos, cuando alguien toca la puerta, haciéndo que mi corazón se acelere más de lo que ya estaba.

— Rayos— Exclamo, poniendo una mano en mi pecho.

Decido abrir la puerta, cuando uno de los ventanales del apartamento se vuelve pedazos, permitiendo que una bala entre, rozando mi hombro, y haciéndome caer de la impresión detrás de la isla. Por lo que la alarma se activa.

Estoy en chock, no sé como reaccionar...Enserio...¿enserio esto esta pasando?

Me escondo de tras de la isla sosteniendo mi hombro, que ya esta sangrando por la herida de bala.

— ¡Isa! — exclama alguien desde afuera— ¿Que pasa ahí adentro? Abre la puerta— dice tocando con fuerza, por lo que me doy cuenta de que es Jackson.

Me levanto un poco para correr a la puerta, pero comienzan a disparar nuevamente, por lo que vuelvo a esconderme.

— ¡Maldición! Soy muy joven para morir.— me quejo como una niña.

El teléfono del apartamento comienza a sonar, lo que me hace pensar, que deben estar llamando para saber por que la alarma se ha activado.

— Rayos... ¿Que hago? ¿Que hago? Digo casi llorando.

Es una locura, pero sin pensarlo dos veces, corro hacia el teléfono, mientras comienzan a disparar de nuevo, y como no fui entrenada para evadir disparos exactamente... Recibo otro disparo, esta vez en la pierna, y para mi mala suerte esta vez no es solo un rose.

Todo es un caus, Jackson sigue gritando detrás de la puerta, golpeándola, de seguro para entrar. Los disparos, y la alarma sonando por otro lado.

Me escondo detrás de uno de los sofás, revisó mi pierna, y dios, esto parece un grifo de tanta sangre que sale. Sorprendentemente, me río por lo que acabó de pensar, pero el dolor no me deja reir mucho. El teléfono dejó de sonar, pero aprovechó y uso el entrenamiento que recibi de primero auxilios, rompo una franja del camisón que llevó puesto, y amarro con fuerza unos centímetros más arriba de la herida realizando un torniquete, para evitar que la sangre siga saliendo.