Capítulo 02 : Huida y ¿embarazada?

Al día siguiente, la castaña abrió sus ojos debido al peso que sintió sobre su cuerpo, más específicamente en sus piernas y cintura, la habitación se encontraba un poco oscura, pero apuestaba a que ya era de día por que se durmieron después del amanecer.

¿Quién diría que la correcta Anna Novak se pasaría toda la noche teniendo sexo con un desconocido?

— ¡Diablos! — exclamó Anna — ¡Me acosté con un desconocido! Y lo que es peor, es que no me arrepiento en lo absoluto — dijo, rápidamente cubrio su boca con ambas manos al darse cuenta que el hombre con que el había tenido sexo se encontraba en un profundo sueño

Giro su cabeza en dirección al hombre con el que tuvo sexo hace unas horas dispuesta a despertarlo, amenazarlo y reclamarle el no haberla detenido anoche. Entonces vió su rostro completamente pacífico, récordando su mirada anoche, parecía tan atormentado pero con esa mirada seductora.

Con cuidado se levanto de la cama y fué hacia el baño, al entrar y ver su reflejo en el espejo del lavado se dio cuenta de que en se pecho se encuentran chupetones

—Maldito — susurro

Pero realmente eso es lo de menos, dudo que después de la forma en la que se arrojo a sus brazos anoche, mostrarle su rostro sea peor que el hecho de que la vio desnuda. 
Nego contrariada y sonrió, se meto a la ducha de la habitacion del desconocido y veinte minutos después salió, se dio cuenta de que olvido meter su ropa, así que sin más remedio salió enredada en una toalla y se sorprende al ver que él continua dormido.

Debo irme de su habitación antes de que despierte o si no claramente estaré en problemas. Pensó

Nego una vez más al darse cuenta de que se quedó observándolo demasiado tiempo, y solo se dirije hacia el suelo, para recoger si ropa la cual estaba esparcida por todo el suelo.

Se visto rápido, y miro al hombre por última vez, aquel hombre que la hizo disfrutar al máximo y pasarla bien. La joven se dirigió hacía la mesita de luz que se encontraba al lado de la cama y dejó una pequeña nota en ella.

—Gracias...— susurro con una leve sonrisa

Agarro sus zapatos y salío de puntitas de la habitación, cerro la puerta con cuidado y fue a su habitación. Después de un rato, los golpes en la puerta interrumpieron el sueño del hombre, el cual soltó un gruñido a tal molesto ruido.

Abrió sus ojos con pesades y miro en dirección hacia el lugar vacío de la cama, en donde antes se encontraba el cuerpo desnudo de su "compañera", puso su mano en el y se dio cuenta de que se encontraba frío.

¿Hace cuanto se habia? pensó.

— ¡Christian! — llamó una persona detrás de la puerta — ¿estas despierto? — pregunto y volvió a dar golpes en la puerta

El pelinegro soltó un suspiro y se levantó de la cama, agarro su boxer y luego sus jeans.

— ¡entra! — grito en respuesta

la puerta de la habitación se abrió dejando entrar a un joven de cabello rubio y ojos verdes, vestido de traje con un rostro claramente molesto.

— ¿en donde te metiste ayer? — pregunto molesto el rubio llendo hacia la mesa del dormitorio

— no recuerdo — respondió tocando su cabeza — ayer estaba en la barra tomando trago tras trago pero también recuerdo que... — dejó las palabras en el aire

— ¿recuedas que? — pregunto sirviendo café el rubio.

— que estuve con una bella chica, creo que su nombre Anna y al parecer huyó antes antes de que yo despertara — dijo viendo el  lado en donde hace una horas se encontraba la castaña.

— pues creo que ayer la pasaste bastante bien — aseguró — ahora alistate, que en unas horas tenemos que bajar — le dijo dándole una taza de café

El pelinegro solo asintió y le dio un sorbo al café, su mirada fue hacia la mesita de luz en donde vio una nota pegada en la lámpara.

"Anoche la pase bien, muchas gracias, lastima que no se volvera a repetir. Con cariño Anna"

— te encontraré.... — susurro.

Luego de aquella acalorada y agitada noche, ambos tomaron caminos diferentes, al bajar del crucero Christian no pudo encontrar a esa chica que no podía sacar d su cabeza por ningun lado. Mientras que Anna estaba en medio de un interrogatorio por parte de su grupo de amigas.

Dos meses después.

— me duele la cabeza...— susurro Anna a su compañera de al lado.

— ¿te has quedado despierta hasta tarde? — pregunto Olivia en un susurro.

— la verdad, no he podido dormir bien en estos días — contesto

— ¿que te esta pasando?

— eso quiero saber yo, este mes no me he sentido bien, he tenido náuseas, dolores de cabeza y mareos, creo que nesecito ver a un doctor — susurró

— las señoritas de allá atrás — la profesora de Ciencias las miro — ¿Quieren compartír algo con la clase señoritas? — ambas negaron — entonces hagan silencio — ambas asintieron.

— vamos después de clases — Anna asintió.

[....]

— ¿que hay en el menú de hoy? — pregunto Olivia a la cocinera de la cafetería

— arroz y pescado — respondió dejado dos platos de pescado y arroz sobre la mesada.

Olivia agarro los dos platos y fue hacia la mesa en donde se encontraba Anna, unos pasos antes de llegar a la mesa un fuerte a pescado invadió las fuentes nasales de la castaña.

— aquí esta la comida — dijo Olivia apoyando los platos sobre la mesa de la cafetería.

Anna al sentir el olor a pescado, comenzó a sentir arcadas y al momento de querer llevar un bocado a su boca, las irresistibles ganas de vomitar.

Rápidamente se levantó de la silla, llamando la atención de todos los que se encontraban en la cafetería y fue corriendo hacia los baños, cubriendo su boca con ambas manos.

— ¡Anna! — grito Olivia y fue corriendo detrás de ella.

La castaña entró al baño chocando a las chicas que se encontraba en el, al meterse en uno de los cubículos , se puso de cuclillas y no pudo retener las náuseas.

Olivia llegó al minuto y sostuvo el cabello de su amiga, luego de un rato Anna término de vomitar y se puso de pie, se dirigió hacia el lavado y mojó su rostro varias veces. Desde el espejo miro a Olivia la cual estaba apoyada en la puerta del baño mirándola de brazos cruzados.