CAPÍTULO IV

—Este… ¿Dónde está Baekhyun? —Intento que mi tono suene autoritario, pero termino tartamudeando. ¡Baeeeek ¿Querrá hacerme daño?  

Me aseguro de que mi toalla siga en su lugar y tape lo que debe de tapar. El chico me mira y las comisuras de sus labios se curvan  hacia arriba, pero no dice nada.

¿No me has oído? Te he preguntado dónde está Baek —repito, intentando sonar más seguro y amable esta vez. 

La expresión de su rostro se intensifica y finalmente balbucea:

—No lo sé. —Y se vuelve hacia la pequeña pantalla plana que hay sobre el mueble de baek. 

«¿Qué está haciendo aquí? ¿Es que no tiene su propia habitación?»

Me reprendo a mi mismo por   mis groseros pensamientos.

-Bueno, ¿te importaría… irte o algo para que pueda vestirme?

Ni siquiera se ha dado cuenta de que estoy en  toalla. O tal vez sí, pero le da lo mismo. 

—No seas tan engreido, no pienso mirarte —me suelta, y se vuelve y se cubre la cara con las manos

Tiene un notorio acento.  Probablemente sea de Busan.

Sin saber muy bien cómo responder a su comentario, resoplo y me dirijo al closet. Tal vez  es heterosexual, y quizá es a eso a lo que se ha referido con lo de «no pienso mirarte». Es eso, o que me encuentra poco atractiva. Me pongo rápidamente mi ropa interior y después una sencilla playera y unos shorts deportivos.

—¿Has acabado ya? —pregunta agotando la poca paciencia que me quedaba.

—¿Por qué eres tan desagradable? Estoy en mi habitación y puedo tardarme el tiempo que quiera. Intente contenerme.

A juzgar por su cara, veo que se ofendió. ¿No que muy bocon? 

Me observa en silencio durante unos momentos, pero de repente se echa a reír. Tiene una risa fascinante, unos adorables dientes de conejo resaltan mientras el continua muriéndose de risa. 

Pinche wey ¿Quien se cree para burlarse de mi?

La puerta se abre entonces y Baek irrumpe en la habitación. Casi corro a abrazarlo y decirle que su novio me cae mal.

—Siento llegar tarde. Tengo resaca  —anuncia dramáticamente, y nos mira a ambos—.Perdona, Tae, olvidé decirte que  Jungkook se pasaría por aquí —dice, y se encoge de hombros a modo de disculpa. 

—Tu novio es un grosero. —Le suelto. Que patético soné. Chan mira al chico. Y entonces ambos se echan a reír. ¿Que wey? ¿Donde esta el show?

—¡Jeon Jungkook no es mi novio!— exclama el muerta de risa. Se relaja un poco, se vuelve hacia el tal Jungkook y lo mira con el ceño fruncido—. ¿Qué le has hecho? —Lo he visto desnudo.  Dice el chico. -¡MALDITO DIJISTE QUE NO MIRARÍAS!

Lo voy a matar, nunca nadie me había visto, ni siquiera Wooshik. Odio aquí.

Rápidamente me saco mi pantufla y se la aviento, le atino en la cara. Que gracioso.  

-Hey! ¿Y eso porque fue? Pregunta descaradamente. -Por imbécil. 

-De verdad no te mire, pero que bonitos lunares. Baek me ve tan enojado que me pasa el brazo por hombre y me susurra que le dará su merecido después. 

—Esta noche hay una fiesta; deberías venir con nosotros, Tae —me dice el. 

Acabo de golpear a su amigo, ¿Y me invita a una fiesta? 

—No me van mucho las fiestas.Ademas no tengo tiempo. -Venga…, ¡es sólo una fiesta! Ahora estás en la universidad, una fiesta no te hará daño —insiste Baek —. Oye, y¿En que cosa estas ocupado? acabas de llegar.  —Iba a dormir. -Sonrió y Jungkook vuelve a reírse de mi. -Ademas voy a hablar con Wooshik por videochat. 

—¡Ni se te ocurra quedarte a dormir en sábado! ¿Que tiene que sea sábado, ¿Hay helado gratis? 

Venga, ven…, por favor… — Une las manos dramáticamente como si me lo estuviera rogando

Sólo hace un día que lo conozco, ¿debería fiarme de el? Entonces me viene a la cabeza lo que mi madre me advirtió sobre las fiestas. Una fiestita no hace mal... 

-¡Ni se te ocurra ir a la fiesta!, solo la arruinaras con tu presencia. Dice Jungkook

Voy a ir solo porque me gusta desafiar a mi madre, no por que el tonto ese haya dicho eso, ademas ahora vivo en una residencia. 

—Pues ahora que lo dices, sí, iré — replico con la sonrisa más dulce que consigo esbozar—. Será divertido. 

Jungkook sacude la cabeza con incredulidad y Baek  da brinquitos de alegría y me envuelve con sus brazos para darme un fuerte apretón. —¡Bien! ¡Lo pasaremos genial! —exclama. Y una gran parte de mí empieza a rezar para que tenga razón.

(Bocon: Que habla mucho y hace poco xd)