Capitulo#28

A dos días de que las clases empiecen; Christian y yo seguimos en Las Vegas. Me he contactado con mi padre para que me traiga mis cosas de vuelta, mi credencial de universidad, llaves y teléfono, todo estaba en su casa y lo necesito para volver.

-Espera… - Christian sigue soplando mi ojo después de que una basura invadiera este y me enviara una sensación de picor fuerte. - ¿Ya? – abro el ojo y parpadeo un par de veces, ya no siento nada.

-Sí, ya. ¿Cuándo más va a tardar papá? – miro el reloj en la muñeca de Christian, resoplo y dejo caer mi cabeza mientras Christian camina con sus dedos sobre mi pierna. Tocan dos veces la puerta y salto del sofá rápidamente, abro la puerta y le sonrió a mi padre. – Hola, tardaste.

-Lo lamento, había mucho tráfico. – el besa mi frente - ¿Cómo estás?

-Bien, adelante. – lo invito a entrar mientras Christian se mantiene sentado con los brazos extendidos en el espaldar del sofá. - ¿Y eso? – señalo el maletín del violín.

-Creí que querrías.

-No lo quiero, solo llévatelo y guárdalo. – el asiente sin más, reviso que todo esté en mi bolso de y miro a Christian asintiendo para irnos ya. – Gracias papá. Te veré después.

-Si amor. Cuidado al conducir, Christian. – el asiente mientras sujeta la mano de mi padre.

Me detengo detrás de la puerta giratoria viendo el auto de blanco de Kyle. Me giro hacia Christian quien ya lleva un cigarrillo en la boca esperando a salir para encenderlo. El pasa la puerta sin decirme nada y luego Kyle se baja para ayudarlo con las maletas, también está fumando.

-¿Si?  ¿Alguien me dice que pasa aquí? – digo mientras dejo caer mi equipaje.

-Hola Bebé. – paso de su abrazo y miro a Christian que sube con cuidado su equipaje. – Ok…esperare en el auto.

-Creí que iríamos en tu moto.

-No, tu iras con Kyle, no te llevare tres horas y más en mi moto, podríamos tener un accidente. – cierra el maletero y se quita el cigarrillo de los labios para liberar el humo, luego se acerca para besarme pero hago hacia atrás la cabeza y luego miro hacia otro lado.

Abro la puerta de copiloto y me subo rápidamente poniéndole seguro y subiendo la ventana. Miro hacia el frente viendo a mi padre subirme a su moto, levanta su mano en forma de victoria y sale primero. Kyle pone el auto en marcha y Christian se colocó a nuestro lado.

-¿Cómo esta Kara?

-Bien, bien, lo ha llevado bien. Al final asistió a la boda con Jared, hace dos días volvió a la residencia, el decano contrato a más seguridad e hicieron una requisa en cada uno de los dormitorios, creo que esta vez sí va en serio.

-La nariz me ha vuelto a sangrar. – le digo sin pensar - ¿Crees que sea algo muy grave o es normal?

-No es normal si tienes una hemorragia excesiva, puede ser cualquier cosa, no creas que por que se controla está bien, puede ser algo mucho peor, déjame llevarte con mi padre, es una gran especialista.

-Lo sé, pero por ahora estoy bien.                                                       

Abro los ojos al escuchar los golpes en el vidrio, me estiro como un gato y luego quito el seguro y Christian abre la puerta mientras que yo me quito el cinturón. Estamos afuera de mi edificio residencial, salgo del auto y tiro mi cabello hacia atrás acomodándolo.

-Oye. – Me cruzo de brazos y miro a Christian – No quería que tuviésemos un accidente.

-Tú no predices ese tipo de cosas.

-No, pero prefiero prevenir antes que aguantar a la insoportable de tu madre. – continuo caminando hasta las escaleras de mi habitación con Christian siguiéndome los pasos, pero una voz hace que me detenga.

-Esta es la residencia de las chicas, no puede pasar. – Frunzo el ceño - ¿Es tu novio? – miro al guardia de seguridad y luego a Christian esperando que él respondiese, pero su silencio se mantiene firme. - ¿Su hermano?

-Solo un compañero – me giro para subir las escaleras rápidamente mientras arrastro mi mochila por las escaleras.

Creo que por primera vez me alegra saber que tenemos un equipo de seguridad, que Christian no se paseara por allí cada vez que quiera. Abro la puerta de mi habitación encontrándome a Kara con música puesta y limándose las uñas; pero al verme pega un grito y deja todo de lado para abrazarme con fuerza.

-¡Me encanta tenerte de vuelta! ¿Cómo te fue? ¿Has visto la nueva seguridad que tenemos?

-Sí, ha detenido a Christian en la puerta. – sonrió victoriosa.

-Pues con esa barriga estamos muy bien protegidos. – ella rueda los ojos y vuelve a tomar la lima mientras tararea la canción. – Cuéntame…¿Cómo te fue?

-Bueno, ponte cómoda para mi historia.

Mis pies están descalzos y hay una gota de sangre en el derecho. Llevo rápidamente mi mano a mi nariz buscando el sangrando, pero la yema de mis dedos sale limpia. Levanto la mirada viendo a mi madre sujetar un cinturón de cuero.