Recuerdos del ayer

Han pasado 4 meses desde que derrotamos a Baltasar, ahora poseíamos unos trajes de soldados de color verde como los militares, nos encontrábamos en la base de los USA descansando en nuestra habitación.
- Oye "Einstein" que acaso nunca dejas de leer libros - preguntó Clayton desconcertado pues cada día "Einstein" leía un libro diferente pero esta vez llevaba varias semanas leyendo uno en especial.
- Lo siento, pero es que es fascinante, mira es el libro de la Atlántida perdida, cuentan las leyendas que existía una ciudad en la antigüedad tan sofisticada que incluso superaba nuestra tecnología actual, imagínense su coeficiente intelectual tan avanzado, sus avances en la tecnología y en la medicina, sin mencionar que debieron ser grandes astrónomos como los mayas y egipcios y eso que hablamos de hace más de mil años pero... de la noche a la mañana desapareció. No les llena de intriga saber que pasó con ella - exclamó "Einstein" emocionado y al voltear a vernos nos encontró dormidos a "Ojo de halcón" y a mí recargados en la espalda del otro. Después de eso sentí como algo nos golpeaba, había sido Akashi que nos había lanzado un cojín, pero al despertarme de golpe solté un puñetazo al aire conectándoselo a Clayton tirándolo al piso.
- ¿Qué sucede? - grité sobresaltada mientras golpeaba a Clayton.
- Oh lo... lo siento "Ojo de halcón" - le respondí apenada por el golpe que le había propuesto.
- Por eso no quería mujeres en el equipo - exclamó Clayton aún en el suelo.
- En fin, para que me preocupo por explicarles lo que significa - exclamó Akashi cruzando las manos.
- De todas formas "Einstein" es solo una leyenda y dudo que exista aunque... bueno, hace 4 meses atrás también creía que los ángeles y demonios también lo eran - respondió "Ojo de halcón" mientras se levantaba del suelo.
- Es cierto "Einstein", es solo una leyenda más - le respondí dándole la razón a Clayton.
- Lo sé pero no cuesta nada soñar - volvió a responder, de pronto, se escuchó un ronquido y rápidamente volteamos los 3 a ver al capitán John. Se encontraba dormido en una mecedora de madera.
- Oigan eh escuchado que dicen que el capitán John duerme con los ojos abiertos para estar preparado para cualquier emergencia - exclamó Clayton emocionado.
- Eso si es una leyenda, aunque existe un padecimiento llamado lagoftalmía, el nombre proviene del griego laggos que significa liebre, ya que se cree que las liebres duermen con los ojos abiertos para estar alertas y huir de esos enemigos pero para el caso del capitán más bien sería para atraparlos - exclamó Akashi.
- ¿Entonces... lo comprobamos? - les pregunte extasiada por la idea. Lentamente nos fuimos acercando a donde se encontraba el capitán pero antes de poder hacer algo exclamó con una voz sería.
- Si se atreven a perturbar mi sueño darán toda una vuelta a la base y recuerden que está mide la distancia de 12 km²
- De echo mide 15 - exclamó "Einstein" a lo cual de golpe el capitán John abrió sus ojos y nos miró fijamente. Acto seguido nos encontrábamos exhaustos por tanto correr, mientras que el capitán John iba montado en una cuatrimoto todo terreno con un megáfono gritándonos.
- Vamos solo faltan 30 km más.
- De echo mide 15 - exclamó Clayton remedando a Akashi mientras seguíamos corriendo, y sin poder resistirme solté una carcajada a lo cuál ellos también lo hicieron.
- Si no llegan para las 1800 horas se quedarán sin cenar - volvió a gritar el capitán John mientras intentabamos correr más rápido para llegar a tiempo.
Llegó la noche y estábamos exhaustos por tanto correr, así que me fui a dar una ducha con agua caliente, me encontraba untando mi jabón por toda mi piel cuando me comencé a sentir mareada, acto seguido me desplome al suelo inconsciente. Me encontraba en un lugar oscuro y poco a poco en la inmensa oscuridad en dónde me hallaba comencé a ver a un hombre ya de edad avanzada, de pelo largo con un abrigo de piel rojiza, un pantalón de manta y su rostro estaba pintado de color negro con blanco en líneas verticales con una larga cabellera canosa que le llegaba hasta los hombros. El cual lentamente se acercaba a mí mientras levantaba su mano para tocarme la cabeza, sus dedos eran largos y arrugados con unas largas uñas mugrientas, rápidamente me entró un inmenso pavor que recorrió todo mi cuerpo, de pronto, desperté sobresaltada e inmediatamente me di cuenta que me encontraba en la enfermería de la base.
- Vaya hasta que despiertas, llevabas más de 40 minutos desmayada - me respondió el doctor que me había atendido
- ¿Qué pasó? Lo último que recuerdo fue que me encontraba en la ducha - le exclamé confundida
- Efectivamente, te encontramos desmayada en la ducha, de echo nos sacaste un buen susto ya que estabas convulsionando - me respondió el doctor, después de eso me quedé en la enfermería por varías horas hasta que me dieron de alta. Al salir se encontraba mi equipo esperándome.
- Con que sigues con vida - me exclamó Clayton con sarcasmo.
- No te desharás de mí tan fácilmente su majestad - le respondí con burla casi de inmediato.
- Me da gusto que te encuentres bien, pero debemos irnos, el general Juan convocó a todos los miembros de la OSADA - exclamó el capitán John y acto seguido nos marchamos a la base principal, a la famosa área 51 en USA. ¿Que era lo que sucedía? Era extraño cuando se convocaba a toda la organización, así que debía a ver ocurrido algo muy grave, pero fuera lo que fuera estábamos a punto de descubrirlo