Después de escapar de las garras infernales de Exiel seguimos a pie un poco mal heridos pero vivos, usando nuestras últimas fuerzas corrimos a la velocidad que más nos pudo dar nuestro cuerpo para llegar en 3 horas a un pueblo pesquero llamado City Island. A paso humano se tardarían unas 6 horas, sin embargo, para nosotros esa distancia se recorría en segundos pero bajo nuestro estado actual no podíamos aguantar dicha velocidad y lo único que pudimos hacer fue acortar la distancia a la mitad. Al llegar nos encontramos con unas calles con una arquitectura victoriana y unas casonas de finales del siglo XlX, tristemente al igual que Nueva York se encontraba en ruinas parecía que todo alrededor de la ciudad incluyendo pueblo cercanos fueron destruidos por las plagas malditas y sobre todo por Exiel, rápidamente Yuno nos indicó de un lugar seguro donde podíamos refugiarnos y sin pensarlo 2 veces entramos. Era un museo náutico o lo era antes de la destrucción de este pueblo. Llegamos a lo que era un almacén bastante amplio donde guardaban los utensilios de limpieza y ahí nos sentamos a reposar unos minutos, baje de mi espalda a “Ojo de halcón” el cual había resentido nuevamente su lesión de su hombro al ser golpeado por Exiel.
- Gracias Edi por traerme debí de ser una carga para ustedes.
- No digas eso, gracias a tu habilidades de soldado fuimos capaz de realizar la estrategia con éxito — respondió Yuno animando a Clayton que se encontraba agarrándose su hombro lesionado.
- ¿Y tu hombro está bien? — le pregunté a “ojo de halcón” un poco preocupado por su salud.
- Descuida Edi sólo es un músculo contraído, con algo de reposo volverá a sanar — me exclamó con una sonrisa y rápidamente sonó su radio.
- Aquí el capitán John me copian.
- Si capitán lo copio — respondió rápidamente Clayton usando su radio.
- Donde se encuentran “Ojo de halcón” llevan más de 3 horas incomunicados.
- Lo sentimientos capitán pero fuimos atacados por Exiel, pero descuide escapamos sin ningún problema, sin embargo, la pelea no fue fácil y estamos reposando en City Island cerca de Nueva York en una horas cuando Yuno y los demás recuperen las energías viajaremos a Japón, no se preocupen estamos bien — respondió “Ojo de halcón” tranquilizando así al capitán John y al mismo tiempo contando lo ocurrido.
- De acuerdo soldado, solo mantengamos al tanto de la situación — respondió el capitán ya un poco más tranquilo.
- Claro señor, cambio y fuera — respondió Clayton y guardó nuevamente su radio mientras Yuno y Rul descansaban recostados en el suelo.
- Creó que se quedarán dormidos, deben estar exhaustos — le susurré a Clayton con una sonrisa en mi rostro.
- Disculpa Edi puedo preguntarle algo — me preguntó “Ojo de halcón” de la nada.
- Sí, que sucede — Le respondí sacado de onda por el comentario de “Ojo de halcón”
- Siempre has sido así con ellos, veo que eres un líder nato incluso mejor que yo. Tus estrategias han sido muy útiles en nuestros combates — respondió Clayton seriamente a lo cual casi de inmediato le contesté.
- No, tu eres un gran líder se que serás incluso mejor en el futuro, además el verdadero líder es Yuno, es el que siempre nos motiva y nos da impulso para salir adelante incluso antes de que fuera mi amigo. Cuando era un completo idiota, abusivo, con problemas familiares.
- No lo entiendo — exclamó confundido.
- Si fue hace 4 años, en ese entonces tenía tan solo 17 años de edad, casi era mayor de edad.
Era un día soleado. Faltaban 2 meses para la feria del pueblo, como de costumbre me encontraba en mi humilde casa, era pequeña y vieja, la fachada estaba llena de grafitis de las pandillas que vivían por el barrio, no era de sorprenderme cada vez que salía debía ir con precaución ya que seguramente había peleas de pandillas, robos a mano armada, entre otros delitos que por mi colonia se veían, no por nada era el lugar más peligroso de todo el pueblo, desafortunadamente para mí, mi padre era un drogadicto alcohólico, abusivo, que en varias ocasiones golpeaba a mi madre y a mí. Aunque yo era mas fuerte y más grande mi madre me impedía hacer algo contra mi padre.
- No Edward, aunque sea malo es tu padre, además yo fui quién hizo que se enojara, todo es mi culpa — me respondía cada vez que el la golpeaba e intentaba ayudarla.
- Que vas a hacer gordo estúpido, mejor ve por unas cervezas que ya va empezar el fútbol — me gritaba todo borracho mientras se sentaba a holgazanear por horas y horas. Simplemente era una plaga para nuestro hogar, aún así mi madre trabajaba día y noche para darme una buena educación, era una gran oficinista, llevaba años trabajando duro y estaba a punto de ascender a subgerencia del área de ventas de donde era su puesto, estaba emocionada así que ese día me levanto temprano y me alistó para ir a la escuela.
- Lo siento cariño pero no tuve dinero para darte un almuerzo, tu padre se gastó lo que tenía en sus cervezas pero mañana me pagan así que solo será por hoy.
- Descuida mamá mis amigos siempre me invitan de almorzar — le respondí para no preocuparla más, pero para ser honesto siempre que mi estúpido padre se gastaba todo el dinero le decía lo mismo, aunque fuera mentira, simplemente ayudado por mi tamaño y fuerza les quitaba el dinero y el almuerzo a los más pequeños, pero había uno en especial, un enano moreno de una familia adinerada. Siempre lo encontraba cerca de los baños de la escuela y ahí le quitaba su dinero.
- Dame tu dinero enano.
- Mi nombre es Rul ya te lo había dicho Edi, no necesitas arrebatarme y golpearme a cada rato yo puedo compartir mi almuerzo contigo si quiere.
- ¡Cállate! Yo no necesito de tus limosnas, ni mucho menos tu amistad así que dame todo el dinero que tienes — le grité furioso y con la mano derecha le arrebate el dinero rápidamente y con la otra mano lo empuje haciéndolo caer hacia atrás, después de eso me marché a mi casa donde me encontraría nuevamente con las terribles fechorías que hacía mi padre. Al llegar vi como la puerta se encontraba abierta como si alguien la hubiera forzado para abrirla, me entró un gran pavor y corrí a toda velocidad y comencé a gritar desesperadamente.
- ¡Madre! ¡Donde estás! — de repente algo se escucho en la cocina y corrí hacia allá, lo que vi me lleno de una tremenda ira, mi madre se encontraba en el suelo golpeada gravemente en el rostro.
- Mamá qué pasó — le grité con lágrimas en el rostro.
- Fue mi padre verdad, está ve se pasó de verdad, madre debemos hacer algo — mi madre solo me agarró el brazo derecho y con el rostro golpeado me sonrió.
- Él quería ir a golpearte así que se lo impedí y quise dejarlo afuera pero es fuerte y forzó la cerradura y luego me golpeó pero sabes logré que no te hiciera nada.
- No tenías que hacer eso — le grite llorando mientras la abraza fuertemente, la saque a fuera de la casa y frente a mi estaba Rul.
- Que sucedió, espera llamaré a una ambulancia — respondió Rul casi al instante, después de eso la ambulancia se llevó a mi madre y casi obligatoriamente tuve que contarle a Rul lo que pasaba con mi familia pero sin antes advertirle que entre nosotros nada cambiaría. Pasaron los días y por fin llegó la feria del pueblo así que me despedí de mi madre y corrí a la feria sin antes recoger un poco de dinero así que me encontré a Rul cerca del parque.
- Dame todo tu dinero enano — le grité a Rul furioso.
- Por favor Edi se por que haces esto y te entiendo pero…
- ¡Cállate! Tú No entiendes nada ahora dame tu dinero — le interrumpí bruscamente y le arrebate el dinero.
- Que es esto — le grité a Rul mientras le mostraba unos billetes.
- Es todo lo que tengo Edi, enserio no tengo más – Me respondió el enano con una voz temblorosa así que lo empuje con fuerza haciéndolo caer al suelo, acto seguido salió un sujeto entre los arbustos
- ¡Ya basta! Déjalo en paz panzón
- Tú no te metas debilucho — le respondí a aquel sujeto que usaba una playera negra con un pants del mismo color con una franja banca en los costados.
- Por que no te metes con alguien de tu tamaño — Me gritó pero lo único que causo fue enfurecerme y sin pensarlo me lance contra él, pero rápidamente me recibió con un puñetazo al rostro tirándome al suelo, casi enseguida me levanté con la nariz ensangrentada.
- Me rompiste la nariz, esto no se quedará así ya lo verás — le respondí entre lágrimas y de inmediato salí corriendo del lugar a un baño a verme la nariz, por suerte estaba bien. Me enjuague el rostro hasta que mi nariz dejo de sangrar por el golpe que me había conectado ese imbécil, salí y me dirigí a la feria, estaba a reventar no cabía ni un alma, era de esperarse pues era una feria muy tradicional del pueblo. Comencé a caminar por el lugar y noté como una multitud de gente aclamaba a la ganadora del juego de ajedrez de este año, si yo hubiera participado seguro y ganaba, todo lo que incluyera estrategia se me daba muy bien. Ya terminado el alboroto por el campeón o campeona del ajedrez seguí mi camino pero a los pocos minutos me tope nuevamente con el imbécil que me había golpeado el cual agresivamente me contestó.
- Que quieres gordo.
- Que te importa, solo quítate de mi camino — le exclamé con indiferencia y seguí mi camino, pero antes de alejarme aquel sujeto me gritó con un tono de voz más suave y sarcástica.
- Oye deseas unirte a mi equipo y enfrentarnos a tipos fuertes, podrás aplastar a uno que otro sujeto.
- Me parece interesante, cuéntame un poco de ese torneo tuyo — le respondí un poco motivado. Después de eso me contó todo sobre el torneo y nos fuimos directo a donde se encontraban los demás amigos de él, el cual me había dicho su nombre era Yuno, curiosamente ahí se encontraba Rul con ellos. Estábamos listos para el torneo pero lamentablemente nos mencionaron que no podíamos ingresar al torneo ya que éramos tan sólo 9 y nos faltaba un miembro y ya no había tiempo para buscar al último compañero, acto seguido entre los disgustos que teníamos gritó una joven con una voz muy dulce y un poco mimada, era una chica hermosa la verdad y para ser franco no le tome importancia a lo que platicaba con Yuno solo sabía que su nombre era Andre y que se uniría con nosotros al torneo, ya estando los 10 del equipo ingresamos al torneo el cual ganamos. Ese día a sido el mejor de mi vida pues conocí a mis mejores amigos, a mi otra familia, Yuno, Rul y los demás me eligieron como su nuevo líder me sentía fantástico, ya cuando por fin me iba a casa Yuno logró alcanzarme.
- Edi espera — me gritó y de golpe me detuve.
- ¿Que sucede? — le pregunté confundido.
- Sólo quería decirte que no importa los problemas que tengas siempre contarás con nosotros — me respondió con una voz cálida y llena de compasión.
- De que hablas... Le pregunté pero me Interrumpió drásticamente y continuó.
- No tienes que decirlo Rul me lo contó y entiendo por que actúas de tal forma pero... Lo interrumpí de golpe con un tono de voz un tanto alterando.
- ¿Entiendes? Tú qué entiendes, tú debes tener una vida perfecta, mira la mía es un asco, mi padre golpea a mi madre y no puedo hacer nada al respecto.
- Claro que puedes, pero te da miedo, te da miedo de que pueda suceder en el futuro pero créeme, nunca lo sabrás si no avanzas ¿puede cambiar tu vida? Eso depende de ti, yo creo en ti no por nada te elegimos como líder, ve y cambia tu vida, ve e impide que tú Madre vuelva a sufrir — me respondió.
- Pero no quiere que me entrometa…
- Entrometerse en las cosas que no nos incumbe cuando alguien está en peligro, esa es la esencia de un verdadero héroe, esa es la regla número 1 — me gritó bruscamente con unas palabras que me llegaron al corazón.
- La segunda es la más importante y te la diré, un Héroe es aquel que arriesga su vida por aquellos que ama, hay una tercera pero no logro recordarla, así que por el momento esas 2 te servirán, ahora ve y se un héroe pedazo de basura — gritó Yuno con una sonrisa en su rostro el cual me lleno de valentía.,
- Lo haré, esta vez ese desgraciado no tocará a mí madre — le respondí entre lágrimas en los ojos.
- Recuerda Edi “El valiente vive hasta que el cobarde quiere” — me susurró por última vez y acto seguido exclamó con una sonrisa — oíste lo genial que me escuche.
- Jajaja claro Yuno, te escuchaste genial — le exclamé con una sonrisa y actos se fue del lugar, después de eso regresé a casa, nuevamente vi la puerta forzada y entre rápidamente temía a ver llegado tarde nuevamente pero no, mi padre intentaba golpear a mi madre y cuando levantó su puño logré agárrate el brazo con fuerza antes de que golpeara a mi madre.
- Qué haces pedazo de mierda — me gritó mi padre todo drogado.
- No vuelvas a ponerle la mano encima a mi madre.
- Oh qué harás, eh pedazo de imbécil ¡tu sólo eres un gordo estúpido! — gritó mi padre y me lanzó un puñetazo el cual logré esquivar y contraatacar con un puñetazo el cual lo derribó al suelo, lo tome de los brazos y lo arrastré a fuera de la casa y lo lancé al suelo.
- Tú jamás volverás a pisar está casa — de pronto, llego la policía, pues Yuno los había llamado, más tarde llegó él ya cuando los policías estaban apresando a mi padre, Yuno nos encontró sentados en la cera de nuestra casa abrazados llorando de felicidad, pues sabíamos que nuestro futuro iba a cambiar de ahora en adelante, al verlo me puse de pie y me incline hacia enfrente para darle las gracias, mientras aún lloraba de alegría y después con una sonrisa le grité.
- Oye Yuno, recordemos juntos la tercera regla para ser un héroe, que me dices.
- Jajaja claro que sí Edi, Claro que si — me respondió con una sonrisa en su rostro. Después de eso nos volvimos grandes amigos y Rul se convirtió en mi mejor amigo, después de todo fue él quien primero creyó en mi, cuando ni yo mismo creía en mí.
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Editado: 09.08.2023