Mientras tanto, en un lugar más alejado de donde estaban ellos.
Se encontraba Amir en una joyería, observando a través de las vidrieras los bellos colgantes de plata y piedras preciosas que había en el lugar, hacía mucho que no aparecía en un lugar así, principalmente para comprarle un regalo tan caro a una mujer.
- La verdad no entiendo que me has hecho Zehra para verme en esta situación y querer darte lo mejor - pensó.
El hombre que atendía el lugar, se alegró de verlo, lo conocía de hace mucho tiempo.
- Señor Amir, bienvenido. ¿Qué lo trae por aquí?
- Buenas tardes Osman, vengo a comprar un collar que sea a juego con unos pendientes.
- Oh. ¿Ya sabe cual llevar?
- Estoy en dudas.
- Que le parece este - dijo el hombre colocando sobre un escritorio una pequeña almohadilla con un colgante y unos pendientes -, es de plata pura, tanto el colgante como los pendientes estar adornadas con un zafiro en forma de lágrima, y alrededor es decorado con pequeños diamantes, es perfecto para una joven dama. ¿Qué le parece?
- Me parece muy hermoso, pero no creo que a la persona que quiero darle este regalo, le guste llevar algo tan exagerado. ¿Puedes mostrarme algo un poco más discreto?
- Por supuesto.
El hombre vuelve a guardar nuevamente esa joyería hermosa pero al mismo tiempo extravagante, y entre los otros colgantes acompañados con pendientes, elije uno más discreto.
- ¿Qué le parece este? Es de oro, tiene como ve una la piedra que de color verde de los más discreta también con forma de lágrima lo mismo pasa con sus pendientes, es tan discreto que puede usarlo todo el tiempo y esa persona no se sentirá extraña por cargar en su cuello algo tan caro. ¿Qué le parece?
- Este me gusta más, así que lo llevo. Por favor, envuélvelo en un papel de regalo.
- Por supuesto señor Amir.
Amir sigue al hombre hasta la caja y una vez envuelto su regalo, se lo entrega y Amir muestra su tarjeta para pagar.
- Señor Amir, se ha enterado que ha abierto una nueva tienda de ropa. Mi esposa dice que venden vestidos preciosos, se lo digo por si quiere comprarle a su dama algo que haga juego con el colgante.
- Muchas gracias Osman, que tengas un buen día.
Amir se retira y se dirige a su coche, y al estar dentro de él. Ve a su madre, hija y primo, salir de una de las tiendas.
No pudo evitar sonreír, todos llevaban una bolsa, incluso su madre. ¿Le había comprado un regalo a Zehra también?
- Parece Zehra, que vas a llenarte de regalos en este cumpleaños, espero que sobre todas las cosas, te sientas bien y contenta en él.
Amir se acercó a su familia y a todos los subió en el auto para nuevamente regresar a la casa.
***
En la cocina...
Ya toda la familia estaba en la casa cuando Jenna ingresó a la cocina y les contó a Zaida y Zehra, lo que había visto.
- No saben lo que vi.
- ¿Qué has visto? - preguntaron ambas jóvenes, pensando que tal vez había descubierto el engaño de su esposo con Yalisa.
- El señor Amir, la señora Nuray, el señor Ekrem y la señorita Hilda, bajaron del vehículo con un montón de bolsas, parecen que hoy salieron de compras toda la familia.
Las jóvenes respiraron tranquilamente nuevamente al saber que no era lo que habían pensado.
- Oh bien, ¿bolsas de qué? - preguntó interesada Zaida.
- La mayor parte de tiendas, no puede ver bien lo que traían.
- Tal vez compraron ropa.
- Lo más extraño de todo y lo más gracioso para mí, es que salieron todos dispersos y regresaron todos juntos - dijo riendo con ganas Jenna.
- Probablemente se encontraron todos en el mismo lugar y regresaron con el señor Amir - comentó Zehra.
- Puede ser pero bueno Zehra, hay algo que no nos has contado y me enteré por ahí.
- ¿De qué? - preguntó la joven un poco asustada, aunque no sabía porque.
- Que el lunes es tu cumpleaños, deberíamos salir a celebrarlo.
- ¿De verdad es tu cumpleaños? - preguntó sorprendida Zaida.
- Así es...
- ¿Cuánto cumples?
- Diecinueve años.
- Oh, tienes un año menos que yo - dijo Zaida -, ¿por qué no lo dijiste antes?
- No creí que fuera importante.
- ¿Cómo puedes decir eso? Es tu cumpleaños, el día en que tu madre te trajo al mundo. Debemos festejarlo de algún modo y tienes que estar feliz por el.
Probablemente, antes de que su padre se volviera a comprometer nuevamente, era una fecha que esperaba con muchas ansias y alegría, pero cuando esa mujer llega a la casa, todo se vuelve lúgubre e inhóspito. El tiempo que estuvo con ella, aunque su padre de igual forma celebraba y la felicitaba en su cumpleaños, esa mujer realmente la hacía sentir miserable. Por eso, desde ese momento, su cumpleaños no parecía ser tan importante para ella, pero tal vez ahora esto podía cambiar.
- Tal vez tienes razón, pero cae un lunes y tenemos que hacer muchas cosas.
- Pero podemos decirle a los patrones que es tu cumpleaños y queremos celebrarlo, seguramente no nos harán problema.
- No Zaida, no quiero que nadie se entere por favor. Pero dime Jenna. ¿Cómo te has enterado de él?
Jenna sacó de su bolsillo una identificación, que resultaba ser de Zehra.
- Encontré esto en tu habitación en el suelo, pensé que estabas en ella hoy cuando fui a buscarte para que me ayudarás en con algo en el jardín (sin saber que ya estabas haciendo el mismo), y cuando miro al suelo encuentro tu identificación y fue donde me enteré que cumplías años el lunes.
- Oh gracias, que descuidado de mi parte, como no me di cuenta antes que este documento tan importante estaba tirado ahí.