Capítulo 12

✨🌑✨

Florence

La lluvia era cada vez más intensa, lo sabía porque las gotas que chocaban contra mi cabeza me causaban cierto malestar, mi ropa se hacía más pesada y mi garganta ya no podía con los gritos que daba pero, necesitaba sacar todo eso que llevaba guardando desde hacía años. Me sentía débil, herida y sabía perfectamente que mi límite llegaba al tope. Con la vista borrosa, aun podía observar como Russell seguía ahí, con su cabeza en mis piernas, los ojos cerrados y de alguna forma con una respiración controlada, a pesar de todo el caos que había a nuestro alrededor. Por unos segundos pensé en dejar todo ahí, pararme e irme sin más, como si mi garganta no estuviera desgarrada de los enormes gritos que di pero tener el consuelo de tener a alguien que a pesar del peligro a nuestro alrededor se había quedado, me hizo pensar que no todo en este mundo es una mierda. 

Pensé eso hasta que noté tres siluetas que se dirigían hacía donde estaba y pude reconocerlos luego de que dieran unos cuantos pasos más. Blood, Amapola y Shadow,  entendí que el resto se había ido a resguardar o probablemente seguían huyendo de la bola de hombres que nos venían persiguiendo. En ese momento mi cerebro hizo click y entendí que no venían por mí, venían por Russell y Eris. Claro… son parte de su familia. 

Al instante mis lágrimas, gritos y la vulnerabilidad que sentí se habían ido, siendo reemplazado por el único sentimiento de ser rechazada y el pensamiento de que debería irme. 

-Adiós, Russell y Eris, gracias por lo de hoy, no lo olvidaré.- Susurre. Después de eso, me levanté, dejando a la vista la pequeña figura que hice con mi peso en la tierra y esa una clara diferencia ante la enorme bestia en que se había convertido Russell junto a su felino. Levanté la mirada para encontrarme con la de Blood, quién se detuvo a unos dos metros de Russell y yo a unos centímetros de este.- Ya me voy.- me limité a decir. 

Comencé a dar unos pasos hacia atrás, sin quitar el contacto visual con Blood. Y lo que dijo, solo terminó de destrozarme. 

-Eres un peligro… para todos, incluso para ti. 

Y la vulnerabilidad regresó, la tormenta que estaba comenzando a cesar solo se hizo más fuerte, fue entonces que me di cuenta que la frustración que tuve en la cafetería, regresó, haciéndome sentir cansada, enojada, triste y no me pude contener más. 

-¡No era necesario aclararlo! ¡Sé perfectamente la clase de persona de mierda que soy! ¡Creéme, Blood, sé que estoy podrida por dentro!- mis ojos comenzaban a inundarse nuevamente de lágrimas, haciéndome ver borroso todo,  y mis orejas hervían del enojo acumulado. 

-¡Florence! ¡Debes calmarte! Yo… ¡Yo solo intento ayudar!

-¡Pues vete a la mierda, si quieres ayudar!- mi cuerpo comenzaba a hervir y ya no tenía control sobre las palabras que salían de mi boca, solo decía lo que sentía.- ¡Creí que por fin había encontrado a una familia!¡¿Y qué encontré?! ¡Una bola de inadaptados que solo saben desconfiar y hacer sentir a los demás como unos inútiles y…..!- No terminé cuando sentí como una bola de energía me hizo levantar del suelo y me empujaba hacía atrás. 

Grite de dolor, al sentir como mi columna crujía al chocar contra un árbol, suena tonto, pero pude escuchar incluso como los huesos de mis costillan crujían, al caer al suelo, el dolor me inundo de una manera que jámas había experimentado. Sentía mi cuerpo temblar, mis piernas y brazos débiles sin las fuerzas necesarias para levantarme, el dolor en mi cabeza hacía que quisiera arrancarmela y sentía que mis ojos estaban a punto de salirse. Al querer tomar una bocanada de aire, no obtuve más que sangre saliendo de mi boca, podía sentir lo caliente y el extraño sabor de metal de este. 

al levantar la vista, me encuentro con la persona de la que menos esperaba ese ataque. Amapola. Al instante noto como Blood y Shadow se congelan en sus lugares, no han movido ni un dedo, incluso se encuentran pálidos. 

Mantengo el contacto visual con ella. Sus ojos me muestran una parte que nunca había visto de ella y es cuando me doy cuenta, que así como muchas personas que conocí en mi corta vida, ella ocultaba un lado peligroso, oscuro y roto, un lado que por lo que veo, ni el Zodiaco sabía de el. 

-Con que la más tranquila del grupo se acaba de revelar- dije con una sonrisa en el rostro, que era más de dolor que de gracia. 

-Que sea tranquila no quiere decir que no me enojen personas entrometidas y que solo arruinan los planes de mi grupo.- levantó una ceja al notar su enorme cambio de personalidad. 

-¿Entonces dices que solo vine a arruinar sus planes?- inquiero. 

-Si lo quieres ver así… Aun que me gusta verlo desde un lado más positivo, estabamos tranquilos y habiamos dejado el pasado atrás, cuando una niñata casualmente aparecio el mismo día que habiamos planificado para hundir al idiota de tu ex novio, quién fue la persona que nos trajo más problemas que esa otra niña, Alex.- Mi sorpresa es grande. No creí que esa fuera la razón de su enojo. 

-Entonces, ¿Cuál es el plan que tenían?

-Justo ahora… mi plan, es deshacerme de ti.- Noto una oscuridad en su mirada, es como si otra persona hubiera tomado el control sobre ella. 

-Genial, me harías un favor. 

-Eso mismo pensé…- hizo una pausa, sonrió y supe que diría algo tan lindo para cerrar cerrar con broche de oro- eres un estorbo, un piedra en mi camino que quitaré con mucho gusto cueste lo que cueste, porque solo eso eres, lo fuiste para tu familia, para tus amigos, incluso para el imbécil de tu novio y ahora para nosotros y no dejaré que lo arruines por tus ridículos traumas de adolescente, ellos creen que eres un peligro, yo creo que solo eres una niña fácil de manipular y fácil de sacar de la vida de los demás. 

Auch. 

Mi padre me había dicho cosas hirientes y con el tiempo aprendí a no ponerle sentimiento e ignorarlo, pero lo único que logré fue hundir mis sentimientos y en algún momento iba a explotar. Y las cosas que acaba de decir, probablemente sean cierta, pero nunca he dejado de defenderme, porque nadie más lo hará.