Aren.
Después que habíamos acordado que el filtrado del rey de Bonesdeath nos reportara sobre el estado de Atenea luego de que había sido secuestrada por Karsten y además herida, yo solo moría de ansiedad a cada segundo, nunca había visto tanto odio en mi interior y eso me asusto, pero también me hizo darme cuenta de cuán importante es para mí Atenea… aún recuerdo su última mirada y como sufría del dolor, eso nunca abandonara mi mente, y si le llega a pasar algo sin duda caería en el infierno.
Pero esa respuesta tardó mucho en llegar, cada vez está más desesperado por saber de su estado, si estaba bien, si estaba sufriendo… si estaba viva. Pero pasó un día….
Dos…
Tres…
Y nada.
Aguante mucho por el momento y me dirigía a la estancia del rey del capitolio, teníamos que actuar, no podíamos dejar que Atenea siga con ese imbécil de Karsten. En la entrada me encuentro con Adonis, igual de acelerado que yo, parece que teníamos la misma idea.
- Aren será mejor que no entres…
- ¿De qué hablas?, ha pasado mucho tiempo, necesito saber de Atenea y ….
No termino de decir lo que tenía planeado, Adonis se da media vuelta y veo como una lágrima corre por su rostro, tenía un rostro desolado, y un presentimiento se instala en mi pecho. Y comienzo a ver todo negro, un agujero se instala en mi corazón y simplemente mis fuerzas se esfuman de mi cuerpo. Caigo de rodillas y en un punto fijo se queda mi mirada y sigo sin poder reaccionar. Solo pasa por mi mente los momentos tan breves y efímeros que tuvimos con Atenea, cuando nos conocimos por primera vez, la primera vez que esos ojos rosados se posaron en mí, en cómo me hizo sentir su sonrisa, en cómo era tan reconfortante estar a su lado, en cómo se sentía tan correcto estar junto a ella… pasaban por mi mente las charlas incontables que tuvimos, de cómo fue cuando ella volvió al palacio, en cómo era tan hermosa como cuando niños, era perfecta, era lo que más deseaba, lo que más añoraba, lo que más intentaba cuidar y ahora simplemente no estaba.
Todo pasó en cámara lenta, un grito desgarrador atravesó mi garganta y Adonis de una patada entra a la sala del rey… yo simplemente lloro, desconsoladamente, como nunca lo había hecho en todos mis años, en como simplemente no podía asumir que ella ya no se encontraba en el mismo mundo que yo. Me levanto, ahora sí que parecía de esos zombies de antes, sin sentimiento, sin movimiento, sin razón alguna de existir… camino hacia la recamara que había estado en este tiempo, camino directamente al ventanal… no quería seguir viviendo. Atenea había muerto, todo era mi culpa… cómo puedo proteger a mi pueblo si ni siquiera puede estar cuando la persona que más quería necesitaba de mi… pero Adonis se había adelantado a mis intenciones y me detiene, me tira al piso y comienza a llorar, tan desoladamente como yo… habíamos perdido lo que nos mantenía con vida, pero en el fondo sabíamos que Atenea no le hubiese gustado que acabáramos con nuestra vida tan fácilmente.
Como nunca, nos abrazamos y encontrábamos consuelo en la tristeza del otro. Llega Max y nos abraza y puedo sentir como ella también derrama aguas por sus ojos… estábamos en un hoyo, en uno que era difícil de salir… puedo sentir como todos llegan a nosotros y sin interrumpir, nos dejan a los tres pasar la gran pena, no sé cuánto habrá pasado, para mí fue muy corto el momento, Adonis y Max se separan de mi y yo me quedo mirando el gran ventanal.
- ¿Cómo se enteraron ustedes?- pregunta Adonis.-
- El infiltrado se pudo comunicar con Audrey esta mañana, y le comunicó… bueno pues que Atenea había muerto el mismo día que llegó a la tierra de los desterrados, que perdió mucha sangre y Karsten la mantenía en secreto para que fuéramos de igual manera y así atacarnos…
- ¿Cómo puede un zombie ser así?, ¿tan desalmado?- responde Max-
- Bueno, dicen que la quemaron y que ya no hay nada que ir a buscar. Atenea fue cruelmente tratada.
- ¿Qué haremos ahora?
- Esto es lo que haremos… -respondo finalmente, me levanto y me dirijo a todos ellos- Juntaremos los suministros necesarios, a la gente, los entrenaremos, e iremos a la guerra. Atacaremos el hogar de Karsten y destruiremos a todo ser viviente de los desterrados…
- ¿Pero Aren te estas escuchando?, eso es imposible…-respondió el rey de los humanos-
- Todo es posible, soy el rey, y les ordeno que hagan lo que les digo, esto no se quedara así y TENDREMOS ESTA MALDITA GUERRA LA QUIERAN O NO.
No podía reconocerme, pero así estaba, era lo que tenía en mente, quería vengarme, quería vengarme por lo que le hicieron a Atenea… Karsten lo iba a pagar y todos tenían que estar en esto…
- Nosotros, como reyes de las calaveras no entraremos en tu juego de venganza, si quieres vengarte hazlo por ti mismo…- Responde la Reina de Bonesdeath-
- ¿Como pueden ser tan desconsiderados?, acaso se olvidan de todo lo que ha hecho el Rey Aren por ustedes?- responde Adonis-
- Exacto, encuentro que están siendo de lo más desconsiderados y todos los reinos deberían unirse, esta vez fue Atenea, mañana puede ser cualquiera- responde Audrey para mi sorpresa-
- Estoy de acuerdo con lo que dice mi hermana, por primera vez dice algo con sentido, y esto puede afectar la seguridad de todos los reinos- responde Basil-
- Es momento de que esto se termine, y que la muerte de Atenea no haya sido en vano.- responde el príncipe Demian-
- Pero esto podría tardar meses, muchas personas ni siquiera saben cómo usa un arma- responde el rey de los humanos-
- Es por esto que los entrenaremos, sabrán cómo matar a cualquier raza en segundos, Adonis se encargará de eso, es el mejor guerrero. Luego veremos el plan de ataque, hasta el momento esta es mi decisión y los espero en unos días en el reino de los zombies- les respondo a todos-
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Editado: 28.03.2021