Zombis entre mundos.

Capítulo 12

Yami se concentra en escuchar las palabras del médico Arturo y no puede creer que algunas criaturas del culto sigan existiendo.

 

Pensó que habían sido eliminados, que, al menos Hermosillo es la ciudad más limpia de todo Sonora, pero resultó, no ser así.

 

También se sorprendió que Arturo, regreso al paraíso a darle un abrazo, a la criatura que fue uno de los que, participo en la casa de brujas.

—¿Le has perdonado? —pregunta Yami.

 

Arturo se queda pensando unos minutos su respuesta.

—Estoy seguro de que sí, y no, no justifico sus acciones, pero le entiendo. Él estaba asustado y empieza actuar como le enseñaron, pero no había resultado, Dios no respondía y empezó la locura—le contesta Arturo.

—Pero Dios si ha respondido, estamos nosotros —dice Yami.

—Si, lo sé y los del personal médico fuimos los perseguidos —dice Arturo.

—Bueno, ¿ya terminamos por hoy? Tenemos un buen rato y no sé cuántas unidades me sacaron hoy.

—Ya terminamos Yami, te saque, cinco unidades de sangre. Gracias por hablar conmigo.

—De nada, de todas maneras, tenía que donar sangre hoy e irme como si nada. Como si recién me levantará.

—Déjame guardar todo.

 

Mientras Arturo, con ayuda de una enfermera, guarda todo el material y la sangre en el refrigerador. Yami se queda pensando, en que no será el último grupo de criaturas de culto. Sin importar si son cristianos, judíos o católicos, los grupos que son extremistas fueron los que se convirtieron en criaturas. Algunos de sus miembros, principalmente los más jóvenes, se salvaron, cuando abrieron los ojos y entendieron lo mal que estaban.

—Me iré ya —dice Yami.

 

Se levanta de la cama, se dirige a la puerta y sale de la habitación.

—Hola Yami —dice una voz atrás de él.

 

Se voltea a la dirección de esa voz y mira a la Angélica.

 

Sonríe y empieza conversar con ella. 

—¿Cómo te va? —pregunta Yami.

—Todo bien, por ahora. Vengo a mis chequeos y como puedes ver, me enfrenté a una criatura y ando algo herida —dice Angélica mientras señala su mano con el hueso roto y expuesto.

 

En ese momento Yami se da cuenta del rastro de sangre y las personas con armas en mano. Se preparan por si Angélica se convertía.

 

Todos son precavidos, que, no importa quien sea el sospechoso para convertirse en criatura.   

Al menos, ya no atacan sin pensar”, pensó Yami.  Al examinar a Angélica, nota que tiene más heridas que no ha mencionado.

 

Le ayuda a caminar, toca la puerta de la que acaba de salir y llama a Arturo.

—Arturo, soy yo Yami. Te traigo a Angélica —dice Yami con calma.

 

Arturo abre la puerta, nota a Angélica y llama al personal médico.

—¡Cirugía de emergencia! — grita Arturo.

 

Personas del lugar, le traen una camilla que estaba cerca, acuestan a Angélica en ella y la trasladan.

 

Yami se queda viendo como Arturo se la lleva, mientras que la enfermera termina la tarea anterior.

 

*********

 

Después de andar un buen rato corriendo, buscando a los más cercanos de Angélica, para averdugar que paso. El primero que ha encontrado fue David.

—¡David! — grita desde lo lejos Yami.

 

David lo escucha.

—David —dice mientras intenta recuperar el aliento—, ¿sabes cuál fue la misión de Angélica de hoy?

—La única misión de ella que tiene, por estos días, son de expedición a unas cuevas que, aparecieron de la nada en el cerro de la campana —le contesta. 

—¿Crees que hay gente ahí? —pregunta mientras aún recupera su aliento.

—Si, puede haber personas ahí, ya que hay vigilancia.

—Gracias, es que necesito averiguarlo.

 

Dicho eso, se despide y empieza a correr hacia el cerro de la campana.

 

La gente lo ve corriendo, algunos preparan sus armas y otras personas se preguntan por lo que está pasando. Un chico que maneja una bicicleta le indica a Yami que puede agarrarla.

—Gracias —dice Yami mientras agarra la bicicleta para seguir su camino.

 

*********

 

Al llegar, mira a Mario, María y Netox, mientras salen de la cueva con heridas, pero no están grabes como las de Angélica.

—¡Oigan! —grita Yami.

 

Le escuchan.

 

*********

 

Mientras unas enfermeras atienen a los heridos, Yami se pone a averiguar con Mario, María y Netox, lo que ha pasado.

—Necesito que me digan qué ha pasado—dice Yami.

—Hay algo más urgente, Yami. Angélica sigue ahí dentro, ya mandé por un rescate y no puedo estar tranquilo sin saber nada —dice Mario.

 

Los otros afirman lo sucedido.

—Cancela ese rescate, ya que Angélica está en el hospital.

 

No le pueden creer, pero Yami les explica que se ha aparecido ahí, muy herida con huesos expuestos y no sabe como es que apareció muy lejos en un hospital.

—¡Enfermera! —grita Mario.

 

La enfermera llega corriendo, recibe el mensaje que se cancela el rescate y se dirige a llevar el mensaje al grupo de rescate.

—Empecemos—dice Yami.

—Para empezar, ¿cómo es que Angélica llegó a un hospital? —se pregunta María.

—Puede ser que, los túneles subterráneos lleguen a todas partes de Hermosillo—contesta

Mario.

—Pues es una posibilidad y una muy preocupante —dice Yami.

 

Al decir eso último, les recorre un miedo que no habían sentido antes.

 

Saber que hay posibilidades, de un ataque a algunos lugares de la ciudad.

—Díganme él tipo de criaturas que encontraron en ese lugar —dice Yami con temor en su voz.

 




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