Un vampiro enamorado.

Al día siguiente Senka se despierta y luego de vestirse va a la cocina, en la mesa hay pan y queso, el fogón esta casi apagado y la leche apenas tibia. Se da cuenta de que su hermana hace rato ya que desayuno y se imagina donde debe estar así que sale corriendo hacia el mercado. Esa calle principal sombría y tenebrosa de anoche se había convertido en una pintoresca y encantadora calle medieval llena de vendedores de toda clase de cosas, desde las mas comunes como pan, verduras, carne y armas, hasta pociones mágicas para la longevidad o amuletos contra hombres lobo. A lo lejos Senka ve a su hermana conversando con Zoran, se apresura a llegar hasta ellos y como ve que Mikaela entra sola a un almacen, aprovecha para hablar con ese tal Zoran.

Senka: ""¡No te vuelvas a acercar a mi hermana!"

Zoran: "¡Cálmate muchacho!"

Senka: "¡Te lo advierto!"

Zoran se rie y dice: "¿O qué? ¿sacaras tu estaca?"

Senka: "¡Oye! ¿Qué hacías anoche en ese lugar... y con una estaca?"

Zoran: ¿Y tu qué hacias?"

Senka: "Yo escuche un ruido y decidi ir a ver quién andaba merodeando por los techos de las casas, la gente desente de por aquí no suele hacer eso."

Zoran: "Yo solo hacia... lo mismo que tu."

Senka muy asombrado dice: "Entonces... ¿tu también los ves... a los monstruos?"

Zoran: "Son vampiros."

Senka: "¡Gracias al cielo! Pense que tal vez me estaba volviendo, tu sabes... (se rie nervioso) un poco loco."

Zoran: "No estas loco, me temo que estas tan cuerdo como yo."

Senka: "¿Qué quieres decir?"

Zoran: "¿Nunca te haz preguntado por qué nadie mas los ve?"

Senka: "Si, por supuesto, por eso a veces creo que estoy loco."

Zoran: "No, no , no..."

Mikaela sale mas contenta que nunca con su canasto lleno de cosas, le dice a su hermano: "¡Senka, mira lo que he comprado! nueces, canela, miel, pasas de uva, para hacer un pan dulce."

Senka se queda pálido al tiempo que dice: Te gastaste la última libra en esto..."

Mikaela: "¡No! gaste una libra de Zoran."

A Senka le vuelve el color a las mejillas y exclama: "¡Ah!... y eso... ¿qué significa?"

Zoran: "Que me haz invitado a comer a tu casa."

Senka: "No estoy seguro de eso."

Zoran: "Tenemos mucho de que hablar, ¿no crees?"

Senka: "Mmmm... esta bien."

Mikaela abraza a su hermano y le da un beso, le sigue contando todo lo que ha comprado, la carne de cerdo, las ciruelas y un montón de verduras que ni sabía que existian."

Zoran lleva la canasta con las compras mientras Mikaela va del brazo de su hermano y hablando del hermoso día que hacía y ciertamente que no había nubes y el sol les calentaba las caras es fría mañana de invierno.

Senka: "Pero si hoy es un día exactamente igual que el de ayer, y recuerdo bien que ayer no quisiste ni salir un momento afuera."

Mikaela: "No, hoy el sol brilla mucho mas, ayer debió haber estado nublado."

Senka: "No, para nada..."

Mientras Mikaela entra a la casa y se pone a amasar el pan y a cocinar, Senka le pide a Zoran que lo ayude a cortar leña. Senka va poniendo los troncos grandes y Zoran los parte con un hacha, Senka apila los pequeños leños en un gran canasto mientras pregunta: "Dime Zoran, ¿por qué nadie mas los ve... a los vamiros?"

Zoran se toma unos segundos y luego dice: "Solo otro vamiro, o un hijo de un vampiro con una humana puede verlos."

Senka se lo queda mirando, mudo y pensativo, hasta que dice: "Yo no soy un vampiro."

Zoran: "Ya lo se."

Senka: "Tampoco soy hijo de un vampiro... no puedo serlo."

Zoran: "¿Tan seguro estas?"

Senka: "Por supuesto, debe haber otra explicación."

Zoran: "¿Entonces por qué los vemos?"

Senka: "Bueno... porque... tenemos capacidades especiales."

Zoran: "Así es, pero ¿por qué y cómo?"

Senka: "Tenemos un don."

Zoran: "Yo mas bien diría que es una maldición."

Senka: "No, al contrario, es un don, Dios nos eligió para combatir a estos demonios."

Zoran: "Si Dios quisier combatirlos simplemente los haría desaparecer con su inmenso poder y no nos condenaria a nosotros a esta vida."

Senka: "No entiendo, ¿a qué te refieres con "esta vida"?

Zoran: "¿Me estas queriendo decir que nunca has sentido el deseo de beber sangre...?"

De pronto Mikaela abre la puerta de la casa y un olor a pan y carne asada los invade. Ella los invita a entrar para que se vayan lavando. Dejan el canasto lleno de leños junto al hogar y se lavan en una fuente con agua tibia. Se sientan a la mesa, Senka se queda viendo el rojo vino que Zoran sirve en los vasos. Todo esta delicioso, Mikaela habla sobre sus padres y Zoran la escucha con la cara iluminada por la felicidad, de vez en cuando mira a Senka quien no interviene y apenas come. Al terminar Mikaela se dispone a limpiar todo, Zoran y Senka salen a buscar mas leña, para poder seguir hablando.

Senka: "¿Qué decias de la sangre?"

Zoran: "¿Tengo que repetirte la pregunta?"

La cara de Senka es de preocupación y Zoran se apiada del chico.

Zoran: "Me recuerdas a mi a tu edad, sabes... ¿no sientes cuando te acercas a alguien que puedes sentir el latido de su corazón, el olor de su sangre? ¿nunca te ha pasado que de pronto sientes un intenso olor a sangre y al buscar de donde viene, es de alguien que se ha lastimado, y tienes que controlarte para no acercarte, porque es como si la sangre te hipnotizara? ¿nunca has sentido una sed que no se sacia con agua ni con vino y que se intensifica cuando hay alguien serca?"

Senka: "Es como si tuvieras sed de sangre..."

Zoran: "Pues si, es aterrador, pero así es."

Senka: "¿Qué clase de monstruo somos?"

Zoran: "Damphir, mitad humano y mitad vampiro."

Senka: "Pero como es posible que mi madre..."

Zoran: "Es probable que un vampiro la violara y ella no dijera nada. Lo que nunca he comprendido es por qué un vampiro después de hacer eso, no se alimenta de la mujer, ¿por qué la deja embarazada?, es como si lo hiciera a propósito."