La respuesta del número privado fue desconcertante: "No, no puedo. Solamente no salgas". Máxima quiso seguir escribiendo, pero su celular se apagó abruptamente debido a la batería baja. Maldijo en voz baja y buscó su cargador, conectando rápidamente el teléfono. Entre sus murmullos y maldiciones, expresó sus temores: "Si esto es un secuestro, no van a obtener nada de mí. Si me quieren para algo más, antes de que alguien se acerque, me lo llevaré a la tumba, la puta madre".
Ella sabía algunas técnicas de autodefensa, pero no se sentía lo suficientemente segura como para ponerlas a prueba en ese momento. Frustrada, pateó la máquina expendedora, y en ese instante, se percató de la presencia de una cámara de seguridad en la esquina de la habitación.
Máxima regresó a su celular, que ahora estaba conectado al cargador, con la esperanza de poder continuar su conversación con el desconocido que le había enviado aquel mensaje inquietante. Intentó abrir la aplicación, pero sus nervios se tradujeron en la pantalla que se negaba a responder a sus toques. La ansiedad la invadió mientras se preguntaba si el misterioso interlocutor había desaparecido, o si acaso todo había sido producto de su imaginación alterada por el estrés.
Finalmente, volvió su atención hacia la tarjeta que había encontrado y que había guardado en su bolsillo. Tomando valor, marcó el número que figuraba en ella. El tono sonó repetidamente antes de que finalmente alguien respondiera al otro lado. Tuuuu, tuuuuu. ''¿Hola?", se oyó al otro lado de la línea.
"¡Hola! ¡Gracias a Dios!", exclamó Máxima, sintiendo un alivio momentáneo. "Disculpe, señor, es que estoy en su oficina", continuó, echando un vistazo a su alrededor para dar una breve descripción de su situación.
La voz al otro lado, que pertenecía a un hombre llamado Santiago, trató de transmitir tranquilidad a Máxima mientras le explicaba que no estaba sola en esta extraña encerrona. Le informó que había más personas en la oficina que también se habían quedado atrapadas y que él mismo estaba en una situación similar. "Vamos a ponerte en el chat grupal para que puedas comunicarte con todos nosotros", dijo Santiago. "No te preocupes, encontraremos una solución juntos."
Santiago procedió a agregar a Máxima al chat grupal, donde podría unirse a la conversación con los demás que estaban atrapados en la misma oficina. La noticia de que había más personas atrapadas la desconcertó. "¿Cómo es posible que haya más personas atrapadas aquí?", se preguntó en voz alta. "Yo no oí a nadie pedir ayuda..."
Fue entonces cuando Máxima notó que la llamada con el señor Bulgheroni ya había sido cortada abruptamente.
Día 0-1: Encierro y Desconcierto
20:40 Máxima García Kessler (Máxima): [Escribe un mensaje en el chat grupal] "Saludos a todos, ¿alguien sabe qué está pasando? ¿Es algún tipo de broma? Estoy atrapada en una oficina."
20:41 Santiago Bulgheroni (Santiago): [Escribe un mensaje en el chat grupal] "Hola, Máxima. Estamos todos en la misma situación. No tengo idea de lo que está sucediendo, pero esto es inusual."
20:41 Máxima García Kessler (Máxima): [Escribe un mensaje en el chat grupal] "¿Inusual? ¿Cómo que inusual? ¿La oficina tiene una especie de sistema de seguridad o algo por el estilo? Estoy empezando a sentirme realmente asustada."
20:43 Santiago Bulgheroni (Santiago): "Máxima, no te preocupes. No tengo forma de saber si hay un sistema de seguridad, si lo hay es del edificio. Yo no lo contraté. Pero estoy seguro de que saldremos de esto. Intentemos mantener la calma y descubrir una forma de salir."
A medida que la noche avanzaba, el acechador persistía en su vigilancia silenciosa, difuminando la línea entre la curiosidad y la obsesión desde las sombras...
20:50 Desconocido: [Envía un mensaje privado a Máxima] "Deberías hacer lo que Santiago sugiere y mantener la calma. No querrás que alguien se lastime en un estado de pánico."
20:51 Máxima García Kessler (Máxima): [Envía un mensaje privado al desconocido] "Tienes razón. Gracias por el consejo. No quiero empeorar las cosas. Seas quien seas..., ¿No estás en el chat grupal?"
20:55 Desconocido: [Envía un mensaje privado a Máxima] "No, no estoy en el chat grupal, pero estaré vigilando desde la distancia. Si necesitas ayuda, no dudes en decírmelo."
20:57 Juan Cruz Rosenthal (Juan Cruz): [En el chat grupal] "Máxima, Soy Juan Cruz!! puedo entender tus preocupaciones. He estado en situaciones similares antes, y siempre hay una manera de salir. Pero este lugar es extraño, incluso para mí. ☹️ T_T"
20:58 Marco Cypher (Lucas Chávez): [Entra al chat grupal] "Santiago tiene razón, mantengamos la calma y busquemos pistas. Quizás todos juntos podamos descubrir cómo estamos atrapados."
21:00 María Rodríguez (María): [Entra al chat grupal] "Sí, centrémonos en trabajar juntos y mantenernos informados. Entre todos, podemos encontrar una solución."
Máxima, aunque todavía ansiosa y cargando con la incertidumbre, comenzó a sentir un ligero destello de alivio al presenciar a los demás esforzándose por brindar ayuda. En medio de la tensión que la rodeaba, el gesto solidario de los demás le infundió un respiro de esperanza.
21:02 Máxima García Kessler (Máxima): [Escribe un mensaje en el chat grupal] "Tienen razón, chicos. Perdón por entrar en pánico... ¿Pero, Juan Cruz como que has estado en situaciones similares antes?"
21:03 Juan Cruz Rosenthal (Juan Cruz): [En el chat grupal] "Sí, Máxima. En mi trabajo anterior, a veces nos enfrentábamos a situaciones peligrosas y confusas. Pero nada como esto, esto es completamente nuevo para mí."