Z.Y.X.S

No puedo.

Un silencio incómodo se apoderó del lugar, Jasuke miraba atónito a Keirot, mientras este tan solo mostraba una sonrisa amplia y llena de confianza, si, así de simple lo decía, "Debemos encontrar a los demás", sonaba sencillo, pero para nada lo era, Jasuke solo parpadea un par de veces, la distracción del momento hizo que incluso su cabello y ojos volvieran a la normalidad, ¿Cómo podía aquel chico hablar con tanta calma? Con lo recién vivido, cualquiera echaría marcha atrás con ese asunto.

- Jasuke: Vale pero... ¿Cómo haremos eso?
- Keirot: ¡Es simple! Si yo logré hacer despertar el tuyo, entonces debemos hacer lo mismo en media ciudad.
- Jasuke: ¡¿Qué?! ¿Acaso estás loco?
- Zet: Imposible. -Su voz se podía escuchar claramente para ambos.- ¿Quieres crear el caos dentro de tu ciudad?
- Keirot: ¿Por qué crearía tal cosa?
- Zet: ¿No escuchaste a ese sujeto? Ahora perteneces a otro mundo y si comienzas a llamar la atención, atraerás a mas y mas de esos, incluso peores, hay que encontrar otra manera.
- Jasuke: Que suerte es tener otra opinión, por poco y ya veía a Kei corriendo como loco por todos lados.

Keirot solo refunfuña entre dientes, resignado de que no podrá hacer lo que quería, la aventura le animaba, ya se imaginaba a él junto a otros, explorando lugares, peleando contra cosas gigantes, se hacía un mundo entero en su cabeza, aunque por otra parte, Jasuke no se veía muy motivado, llegando incluso a quedarse distraído mirando hacia la nada.

- Zet: ¿Y qué pasó con Xíon, niño?
- Jasuke: ¿Eh? N-no lo sé, solo desapareció.
- Zet: Intenta comunicarte con él, aunque no lo hagas aquí, es mas, deberíamos marcharnos de inmediato.
- Keirot: Ya qué, vamos.

Jasuke solo asintió con la cabeza, poniéndose en marcha para irse de ese lugar, Keirot le siguió muy de cerca hasta que finalmente lo alcanza y así se van juntos de regreso a la casa de Jasuke. Habían olvidado que estaban hechos un desastre, ropa mojada, llena de lodo y hasta rota, algunas personas que andaban por ahí se les quedaban mirando, extrañados del porque estaban tan desastrosos, aunque eso no pasó a mayores, se veían sanos, al menos sin heridas visibles.

Quizá estaban un tanto adoloridos, pero la satisfacción de continuar vivos no le daba espacio al malestar, transcurrido un rato llegaron de regreso a casa de Jasuke, por suerte no había nadie, los padres del muchacho todavía no llegaban, así que pudieron entrar sin responder dudas del porque se veían tan sucios.

Lo primero que hicieron al llegar fue quitarse las playeras, Jasuke no dudó en tirar la suya a la basura, no quería que sus padres la vieran, luego se giró para mirar a Keirot.

- Jasuke: Ve a tomar una ducha, yo buscaré ropa para prestarte.
- Keirot: Me parece perfecto.

Jasuke fue directo a su habitación mientras que Keirot caminó hacia el cuarto de baño, pasó un rato y ya ambos se habían duchado y cambiado, la ropa usada ese día también la lavó Jasuke, a su corta edad se valía por sí mismo, no era tan perezoso como se pudiera imaginar. Volviendo todo a la calma, ya secos y limpios, el par se encontraba sentado en un sofá para tres personas, mirando la tele, parecía que nada de lo anterior ocurrió, no hasta que el mismo Keirot hizo mención de ello.

- Keirot: Entonces... ¿Has pensado en que vamos a hacer?
- Jasuke: ¿Con respecto a qué?
- Keirot: Ya sabes, con Zet, Xíon y lo de buscar al resto.
- Jasuke: Eh... no lo sé, ¿Cómo esperas que tenga una idea?
- Keirot: Yo que sé, pensé que lo estarías pensando, a mi se me ocurrió que podríamos salir a caminar todos los días, después de clases, ir al mismo lugar, usar a Zet o Xíon y así lla-...

Keirot se vio interrumpido por Jasuke, este se levanta de manera repentina y en silencio, mirando fijamente a su amigo, tenía su entrecejo fruncido, había cierto enojo fácil de notar.

- Jasuke: ¿Estás hablando en serio? ¿No has pensado ni un poco en lo que acaba de pasar? ¡Casi morimos, Kei! ¡Casi te mueres allá atrás! ¿¡No te da ni un poco de miedo!?
- Keirot: Vale, vale, pero no te enojes, de todas formas estabas ahí para ayudarme y trabajando juntos lo logramos, hacemos lo mismo siempre, será pan comido.
- Jasuke: ¿Y si no hubiera estado yo ahí? ¿¡Qué habrías hecho!? ¡NADA! ¡ESTARÍAS MUERTO!
- Keirot: ¡Pero no te alteres que me alteras a mi! ¡Tampoco necesitas gritar, Jasuke!
- Jasuke: Eres muy imprudente, Kei...

El chiquillo se marchó del lugar, con pisadas fuertes se alejó, no sin antes decir, "Cierra al salir", de manera un tanto tosca, seguidamente se encerró en su habitación, cerrando la puerta con un fuerte azote, dejó muy claro que no estaba de humor, quizá hasta un poco traumado por lo ocurrido, Keirot se quedó en silencio y no esperó mucho para irse, apagó la tv, se levantó y camina hasta la puerta.

"Mañana te traigo la ropa", dijo antes de marcharse, cerrando tanto la puerta como el portón principal, caminó de regreso a su casa, con manos en los bolsillos, pateando una lata de soda que encontró tirada.

- Keirot: Estúpido Jasuke, le quita lo divertido a todo, todo niño sueña con tener poderes y le da miedo.
- Zet: De hecho, tu amigo es muy sensato.
- Keirot: Tu cierra el pico, nadie te preguntó.

El Vairant se limitó a emitir una corta risa hasta desaparecer por completo su esencia, Keirot continuaba caminando hasta llegar a su casa, al llegar, fue recibido por su tía, quién le preparaba cena, conversó un rato con él y el tiempo pasó hasta llegar la noche, momento en que Keirot prefirió simplemente dormir, estaba agotado, necesitaba recuperar fuerzas, ya que al día siguiente debía regresar a clases luego de ese peculiar fin de semana.




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