Mi dulce chica del servicio ¡actualizada!
Mi dulce chica del servicio
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Capitulo 33 Noche de fantasías parte II
Fragmento:
—Gracias por regalarme ese maravilloso aparatito, mi señor —no sé a qué cosa se refiere, pero cuando nota mi confusión, enseguida aclara—. Me refiero a mi computadora personal —ríe con diversión y perspicacia, al tiempo que señala hacia el lugar donde se encuentra—, en realidad me ha dado muchas ideas y me ha hecho comprender cosas que ni siquiera imaginaba.
Mi mirada se dirige a una caja que lleva entre sus manos. ¿Qué demonios trae consigo?
—Sabes, mi señor —me indica mientras mantiene sus ojos sobre la curiosa caja—, que puedes hacer pedidos online de cualquier cosa que necesites sin mover un pie de casa —levanta la tapa y la coloca a un lado— y que incluso, descubres cosas interesantes mientras navegas.
No respondo. Sus palabras y la bendita caja me mantienen en vilo.
Comienza a sacar los primeros objetos y por segunda vez en este día, siento que mi mandíbula golpea fuertemente contra el piso.
¡Jodido dios de todos los cielos… he creado un monstruo!
—Encontré una cantidad de objetos que despertaron toda mi atención y llevaron mi curiosidad hasta más allá de sus límites —mi cuerpo comienza a tensarse y una especie de electricidad se extiende por todos mis músculos—. Descubrí que puedo darle mucho placer a mi señor con el uso de algunos juguetitos especiales y maravillosos —levanta uno de los paquetes para que lo pueda ver—. Este en particular robó toda mi atención… vibrador masajeador de pene —lee el empaque y la forma en que lo pronuncia hace que hasta mis bolas se contraigan con necesidad—. Creo que este será el primero que usaré contigo —rompe el empaque y extrae una pieza en color negro en forma de copa, y fabricado en silicón. Seguido una cajita, que aseguro es una especie de control remoto.
¡Maldición! Esta noche seré el conejillo de indias de mi pequeño demonio pervertido.
—Tuve que leer mucho sobre cada cosa que adquirí —me dice emocionada, mientras yo solo he dejado de respirar—, incluso vi algunos videos para entender la forma precisa de usar cada juguetito y te juro mi señor, me acaloré en muchas oportunidades.
Maldita corbata. Me remuevo en la silla con ganas de liberarme y darle un gran castigo a mi pequeño demonio por haber sido tan traviesa. Pero una dura mirada de su parte, basta para acabar con mis intentos.
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