Prólogo
Observó la grande casa en la que ahora estamos y mami me agarra de la mano, me da mi peluche cuando papi desaparece y solo abrazo el peluche observando todo el lugar. Miro lo grande que es la casa, más grande que cualquier otra casa de los amigos de papi.
Nos dejan sentarnos en un lugar y mi cuerpo aun duele por mis heridas que no se han curado por completo, miro mi vestido rosa pastel que cubre las marcas en mi espalda, mami me vistió con lo que papi compro para mi y estoy muy feliz por tener algo nuevo de ropa ya que mi otra ropa esta muy desgastada.
Miro un jarrón en donde hay dulces y sonrió sin dejar de mirarlo, lamo mis labios queriendo dulces pero no se si este bien agarrarlos, tendré que pedirlos a mami o podre agarrarlos sin meterme en problemas.
Yo no quiero más castigos de papi.
— Mami podemos agarrar dulces.
Niega, alguien llega y se los lleva. Hago un puchero mirando como salen con los dulces y suspiro aguantando el gruñido de mi estómago.
— Mami, ¿por qué vinimos las dos?. — acaricia mi cabello siguiendo con su semblante triste.
— Tu te quedaras aquí, me queda poco tiempo en este lugar y no te protegeré de la mente morbosa del que resultó ser tu padre. Si tu padre quiere llevarte niegate, haz que cualquier persona de aquí te ayude ante todo. — asiento sintiendo mis lágrimas salir de mis ojos. — Confía solo en la persona que te trate con cariño y que no te haga cosas malas, ni toque tus partes de princesa sin tu permiso.
Besa mi frente mojandola con sus lágrimas saladas y niego abrazándome a ella, quita mis brazos poniéndolos en el peluche y lo abrazo.
— Mami no te vayas tengo miedo. — acomoda mi cabello detrás de mi oreja y observa mi rostro.
— Nunca me iré, siempre estaré aquí. — señala su corazón y niego. — Piensa que soy este peluche y cada vez que tengas miedo o una pregunta solo habla con tu peluche. — sollozó con más fuerza queriendo que mis fuerza en que no se vaya sean mayores. Me aferro a su pierna sin importar el dolor que sienta en mi cuerpo, me separa de ella con fuerza dejándome llorando en el suelo, hago rabietas queriendo que no me deje sola.
Algunas de las personas tratan de callarme con miedo a algo pero por esta vez no me importa si se lo dicen a papi y recibo un castigo, yo quiero a mi mami más que a nada ella me cuida y me trata con un cariño que papi nunca me a dado, aunque quiera a papi prefiero estar con mami aún más que nada. Papi me pega cuando está borracho y a tratado de hacer esas cosas que sus amigos hacen conmigo, mami lo quitaba y ella sufría por mi con esas horribles cosas.
Una persona me da un dulce como tanto quería y me callo rápidamente distrayéndome con el dulce, agarro mi peluche saboreando el chocolate que me dieron, me siento en la silla como el señor me indica y le agradezco por el chocolate sollozo aun pero con un poco más control.
Limpio mis lagrimas las cuales no dejan de salir, sigo comiendo chocolate hasta que se acaba. Lloro en silencio queriendo que mami regrese y diga que es mentira lo que dijo, abrazó con fuerza el peluche sin soltarlo, me rasco el cabello sintiendo esa comezón insoportable.
Parte del prólogo Yes, Daddy
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