La Herencia: De Piratas y Corsarios

¡Hola a todos!

Hoy les dejo más vocabulario, esta vez de época.

Piratas, bucaneros, filibusteros y corsarios: nos hemos criado creyendo que estas palabras son sinónimos. Pero no lo son.

Piratas eran los navegantes que andaban por cualquier mar del mundo robando y saqueando, barcos y poblaciones.

Bucaneros eran los colonos franceses a quienes los españoles corrieron de La Española a principios del Siglo XVII. En La Española habían sido cazadores de jabalí , y ahumaban y secaban la carne con una técnica especial que se conocía como bucana. De ahí su nombre: bucanero era el cazador que bucaneaba la carne de sus presas para que durara más. 
Cuando los corrieron los españoles, los bucaneros cruzaron a Tortuga y se establecieron allí. Con mucho menos terreno para cazar, y para peor compartido con los ingleses en un principio, muchos bucaneros decidieron cambiar de rubro. Y se convirtieron en piratas.
O sea: muchos bucaneros se hicieron piratas. Y al hacerse piratas dejaron de ser bucaneros. ¿Se entiende?

Filibusteros: este término se utilizaba específicamente para los piratas independientes (que no respondían a ningún rey como los corsarios) que recalaban en Tortuga. 
La palabra proviene de la palabra holandesa vrijbueter, que significaba navegante independiente. Pasada al francés se convirtió en fribustier (freebooter en inglés), que luego cambió a flibustier ---> filibustero.
En su mayoría de origen francés, muchos de ellos antiguos bucaneros, los filibusteros se llamaban a sí mismos Hermanos de la Costa.
O sea: todos los filibusteros eran piratas. Algunos habían sido bucaneros. Algunos capitanes filibusteros se hicieron corsarios.

Corsarios eran los capitanes piratas que tenían un convenio con algún rey europeo, que se formalizaba por medio del otorgamiento de una patente de corso. 
O sea: todos los corsarios eran piratas, y algunos habían sido bucaneros, pero sólo unos pocos capitanes piratas eran corsarios.

Patente de Corso: era un contrato entre un capitán pirata y un rey europeo. En el mismo, el rey reconocía al capitán pirata como parte de su Armada Real, lo cual le daba un cierto marco de legalidad a las actividades del pirata. A cambio, el tal capitán pirata se comprometía a tributar a la corona una parte de su botín.

La patente se renovaba cada uno o dos años, dependiendo de cuántos dolores de cabeza daba el corsario comparados con el oro que le hacía ganar a la corona.

Una de las condiciones era que el corsario sólo podía atacar barcos y ciudades de banderas enemigas al rey que le diera la patente.

La ventaja de esta condición para el pirata era que la piratería se castigaba invariablemente con la muerte, pero si tenía patente de corso, sus ataques eran considerados actos de guerra y no de piratería, de modo que la pena de muerte obligatoria no aplicaba si eran apresados.

La ventaja para la corona era que tenía barcos molestando a sus enemigos sin necesidad de gastar una moneda en construirlos, armarlos y tripularlos. Y de necesitar barcos para una batalla, podía reclutar a los corsarios. Cuando Felipe II de España intentó invadir Inglaterra con su Armada Invencible (tan invencible que se le hundió cruzando el Canal de la Macha), la flota que organizó Elizabeth I para evitar el desembarco español estaba liderada por Raleigh y Drake, dos corsarios famosos por sus correrías alrededor del continente americano, pirateando en aguas coloniales españolas.

El problema era que, en esa época, los reyes europeos se aliaban y se declaraban la guerra como quien cambia de calzón. Las noticias de los cambios de alianzas tardaban un mínimo de dos o tres meses en cruzar el océano hasta el Caribe, así que los corsarios nunca sabían bien quiénes eran sus amigos y quiénes sus enemigos. De modo que en general iban a lo seguro y atacaban a los españoles, que siempre andaban mal con todo el mundo, y cuyos barcos siempre tenían los cargamentos más valiosos.

Castillo: así llamaban los españoles a las fortalezas que construían para proteger la costa en puntos estratégicos. Podemos decir "fuerte (o fortaleza) de San Carlos de La Barra", pero en esa época, lo llamaban "Castillo de San Carlos de La Barra" o "Castillo San Carlos".

Capitán de Mar y Guerra:
La tripulación de los barcos de guerra estaba formada por marineros y soldados. Y hasta mediados del Siglo XVII, tenían dos patrones: el capitán de mar y el capitán de guerra.
El Capitán de Mar, o Maestre, era el que mandaba sobre la dotación de marineros, y tomaba todas las decisiones concernientes al barco y la navegación.
El Capitán de Guerra, o Comandante, era el que mandaba sobre la dotación militar y tomaba todas las decisiones concernientes a acciones bélicas y estratégicas.

Hasta que alguien dijo: "¿Y si juntamos los dos cargos en uno y nos ahorramos un sueldo?" Y voilá, así nacieron los Capitanes de Mar y Guerra, carrera que se impartía en la Academia de la Armada Española en Cádiz.

El equivalente en inglés es Master and Commander (Maestre y Comandante). Pero no me digan que el título en español no es mucho más poético. ♥

Luis XIV: Rey de Francia entre 1643 y 1715. También conocido como el Rey Sol (Le Roi Soleil en francés y The Sun King en inglés).

Oporto: vino tinto, muy rico y muy caro, elaborado en la ciudad portuguesa del mismo nombre.

Láudano: sedante líquido elaborado en base a opio.

Ferreruelo: capa corta de hombre.

Chambergo: esos sombreros hermosos, elegantes y vistosos que usaban los hombres en esa época.

BANDERAS

Entre los siglos XVI y XIX, la bandera española no es la que conocemos hoy día. Era blanca con una X roja , representando troncos con aspas de donde se habían cortado ramas. Se la conocía como Cruz de San Andrés y fue adoptada por la Casa de Borgoña. Por eso se la llamaba Cruz de Borgoña o Aspa de Borgoña.

La bandera francesa tricolor que conocemos hoy día sólo se comenzó a usar después de la Revolución Francesa. La bandera naval de Luis XIV era azul con tres flores de lys.