Novela NUEVA "Marquesa"
Marquesa
—Adelina hija tenemos que hablar —Le dijo el padre a su hija en el desayuno.
—Si padre, dime ¿Sucede algo? —Ella le pregunto con curiosidad.
—Necesito que me escuches —El padre tomo las manos frágiles de su amada hija y le dijo —Anoche el Duque nos visitó.
—Lo se padre, escuche lo que dijeron, mi respuesta es no —Adelina se levantó del lado de su padre para irse, pero él la detuvo.
—No puedes decidir tu sola el futuro de tu familia, con tu madre construimos todo lo que hoy tienes, no estoy de acuerdo con casarte con un desconocido, pero hay una opción —Al oír Adelina a su padre detuvo su andar y sabía que debía escucharlo y hacer lo que él le decía.
—Está bien padre, cáseme con quien usted cree que seré feliz —Dijo ella poco convencida, pero no lo hacía para complacer a su padre, lo hacía para devolverles todo lo que ellos hicieron para hacerla feliz todos estos años.
—Mañana partiremos al pueblo, tu madre tenía una tía lejana, ella tiene un hijo soltero, será un trato, titulo por tu libertad, ya que el es un vizconde —Le dijo su padre y ella no entendió a que se refería.
—¿Mi libertad? —le pregunto y su padre se sorprendió.
—Así es, anoche al irse el Duque redacte una nota, donde tu mi hija y tu futuro marido firmen un acuerdo, solo serán marido y mujer ante la sociedad, no estarán obligados a tener niños ni mucho menos a dormir juntos.
—Padre eso es peligroso, pone en juego tu honor con la sociedad.
—No mi niña, solo te doy la oportunidad de que puedas estudiar, él tu futuro marido firmara tu permiso para la universidad, si no aceptas, nunca podrás ingresar a estudiar letras como tanto anhelas.
—Estas seguro que él aceptara —Le pregunto con dudas Adelina.
—Se que sí, con tu madre siempre le visitamos, él es un buen muchacho, pero al no tener un apellido con peso, no consigue esposa, su padre los dejo en la ruina prácticamente, es un secreto que su madre compartio con Arcelia.
—La oligarquía de nuestro pueblo, donde los ricos nos llenamos las manos de dinero y los pobres comen pan duro a diario.
—Entonces que dices ¿Aceptas? —Le pregunto el padre a su hija.
—Si mi libertad de expresión depende de ello si —Dijo segura, ella sabía que daría un gran paso, no por casarse, sino por poder acceder a estudiar, permiso que solo conseguiría de su marido, ya que su padre no podía otorgarle porque su obligación era casarla antes que todo.
2 comentarios
Es necesario iniciar la sesión en su cuenta para poder dejar un comentario
IngresarSuena interesante
Aquí estoy apoyadote nena como siempre amo tus historias ❤?
Eliminar comentario
¿Está seguro de que desea eliminar el comentario?
Eliminar CancelarEl comentario se eliminará de forma permanente.
Bloqueo de comentarios
¿Realmente quiere prohibir a comentar?
Prohibir Cancelar