FRAGMENTO; 

—Estas guapo también —le devuelvo el alago y él se voltea para mirarme intensamente.

—He pasado todo el día pensando en ti —confiesa directo al grano. —Y en lo que te enseñare hoy —susurra abriendo su maletín para sacar un espejo, un pequeño botecito y un antifaz. Mi mirada por supuesto se concentra en aquellos movimientos que emplean sus fuertes brazos y en el prominente paquete que se observa en sus pantalones.

 

—Yo igual —respondo acercándome a él con los pasos que practique; sensual pero disimulado. — ¿Quieres vino? —Le ofrezco y él sonríe asintiendo.

 

—Si me lo permites yo iré por el… tu solo siéntate en el mueble y espérame con tus piernas abiertas y flexionadas sobre el… ¿bien? —explica como si nada y yo asiento mordiendo mi labio. Su perfume es delicioso.