Importante : Mis griegos.
¡Hola!, les aviso que hay nuevo capítulo de Arriesgate a seducirme!
¿Qué no lo has leído este libro?, entonces te dejo un fragmento:
—Buenos días —me dijo Ivanov, apareciendo por el pasillo, acompañado de una señora elegante y seguido de un ruso corpulento— Bastian, esta es mi madre, Maria Fernanda; y madre, este es el nuevo escolta de Tanya.
Tanya, con que así se llamaba. Al menos ya tenía algo, había estado muy concentrado en todos los beneficios, que ni siquiera había preguntado su nombre.
—Mucho gusto, señor Ivanova —saludé, y la mujer me brindó una sonrisa.
—El gusto es mío, señor…
—Stravos, pero solo Bastian, por favor.
—Bien, Bastian, esperemos que tú tengas mejor suerte que tus antecesoras.
No entendí muy bien su comentario, pero tampoco me dio tiempo a pedir ninguna aclaración, puesto que la mujer miró su reloj, rodó los ojos y alzó la voz:
—Tanya Yelena Ivanova —gritó la mujer, causándome cierta gracia al saber que no importaba cuanto dinero se tuviera, cuando tu madre se enojaba, era ley llamarte a gritos por todos los nombres que uno poseía— se te hace tarde, hija mía.
La aludida apareció refunfuñando por el pasillo, y se detuvo apenas un segundo al verme, escaneándome de pies a cabeza, pero apartando la mirada con rapidez.
—Vamos, Boris, antes de que a mi madre le vaya a dar un infarto —dijo con necedad, sin siquiera saludar, y yo supe desde ese momento, que tener que estar a su servicio, iba a ser como tener un maldito escozor en el trasero.
—Ah no, atrás, enana, ya soy libre de ti. Tienes nuevo escolta —dijo el hombre que se situaba detrás de Vladik, quien claramente era su guardaespaldas, sorprendiéndome por la confianza con la que le hablaba, aunque encajaba en el hecho de que el mismo Ivanov me había dicho que el hombre tenía toda su vida trabajando para él.
La chiquilla rodó los ojos y comentó con desgana:
—Vaya, veamos cuanto me dura mi próxima víctima.
Se colgó su bulto en un solo hombro y me pasó por el lado pisando fuerte con sus botines altos y una falda demasiado corta como para ser parte de un uniforme.
—¿Enana, a donde vas? —le preguntó Vladik, con el ceño fruncido, mientras su madre le reclamaba su falta de modales.
—Al garage, ¿o dónde está la pobre alma en desgracia que primero me dirá que está honrada de trabajar para mí, luego querrá ser mi amiga, después sacara las garras, y finalmente se rendirá? —el tonito que ella utilizaba era chillón y particularmente molestoso.
—No soy bueno con eso de rendirme —intervine, y sus ojos me miraron de forma despectiva, brillantes por la furia.
—¿Y usted quien demonios es? —preguntó confundida.
—Espere, ¿cómo me llamo?, ¿su próxima víctima?
Su cara era un poema, mientras miraba a su madre y a su hermano con el ceño fruncido. Boris aprovechó el momento para comentarme que quizás estaba asombrada porque todas sus escoltas anteriores fueron mujeres, y al parecer la muchachita era de cuidado, porque el veterano me palmeó la espalda, dándome “su más sentido pésame”.
—¿Tienes nombre? —me preguntó finalmente, acercándose un poco, y yo me pregunté si sus ojos eran verdes o azules, y si lo que veía en el borde de su iris era gris.
—Bastian Stravos —respondí tendiéndole la mano— a su servicio, señorita Ivanova.
Ella enarcó una ceja y camino delante.
—Andando, que no tenemos todo el día —gritó mientras salía de la casa.
—Necesita disciplina, pero estamos trabajando en ello —me dijo su madre, y yo me mordí la lengua, para no decirle que lo que sea que estuviera haciendo, no parecía estar funcionando en lo absoluto.
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Abrazos
11 comentarios
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Siempre todas tus historias son únicas e insuperables. Eres sorprendente
Clarisa Coello, Muchas gracias cariño
Lo estoy leo obvio está genial!!!!
Yaqueline Carina Nuñez Figarola, Gracias, cielo
Esta buenísima me encanta este griego que esta muriendo de amor por su rusita.....tan hermosa y fascinante como todas las otras historias de nuestros papitos griegos y rusos que son candela ...me encanta como escribes Abby nos tienes al borde de un colapso
Silvia Ordonez, Muchas gracias, Silvia
¿No leerlo? Imposible, ya me he leído todos tus libros y espero las actualizaciones de los que estan en proceso y esta historia no es la excepción, es de lujo, te atrapa desde el comienzo, gracias Abby ppr compartir parte de esa grandeza que llevas en ti, de esa imaginación tuya que es arte, abrazos enormes
Rosio Zamora, Gracias Rocío, que lindo comentario
Bellísima historia. Nos tienes con el Jesús en la boca. Mi bella Abby, soy Vivi de Galindo. Logré cambiar.mi nombre acá. Abrazossss
Vivanka, Gracias Viví, abrazos bella
Genial como todas tus historias abby
Yohanis Rosa Moscote Monte, Gracias cielo
Un libro espectacular como todos los que escribe Abby, sin duda alguna está recomendadísima :)
Vivian Lizbeth, Muchas gracias Vivían
No debo llorar me digo cada ves que leo esta novela, es muy hermosa.
Litzy Alcazar, Gracias cielo
Lo mejor de lo mejor, súper recomendado este y todos los libros de Abby
Parada Nidial, Gracias hermosa!
Es facinante está saga y los otros libros han sido igual de buenos. Nada más que decir
Karen Herrera, Muchas gracias cariño
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