Estás son mis historias en Black Friday
¡Black Friday! Llegó a Booknet.
Estas son las tres historias que están hoy participando en el black Friday. 50% de descuento en las tres.
LA SUERTE DEL MILLONARIO
Probabilidad de paternidad: 99.97%
«¡Oh Por Dios! Pocahontas es mi hija».
Una cosa es pensar en la posibilidad de ser padre y otra muy diferente tener a la ciencia respaldando la posibilidad, era padre, nunca pensé en mí de ese modo, lo veía como algo lejano, distante en mi vida, cuando estuviera viejo, ahí estaba yo con una hija vieja, de dieciséis años.
—Supongo que el resultado es favorable, por tu cara—comentó Lorenzo, se levantó del sofá y tomo el sobre de mis manos, lo leyó y silbó.
Camino hacia el sofá de nuevo y se sentó, me miraba y yo no reaccionaba, solo lo miraba, creo que dejé de oírlo.
—Felicidades, eres padre de una hermosa e inteligente y muy determinada jovencita.
—¿Qué voy a hacer?
—Sí no te importa, esa pregunta debo hacerla yo Basil ¿Qué piensas hacer con esta información? ¿Quieres estar en la vida de la chica? ¿Hablar con ella? ¿O poner en práctica el nefasto plan que hiciste? Ese donde le das dinero, le quitas derechos en tu testamento y la mandas lejos.
—Es la hija de la paria del pueblo, yo que ni siquiera considero salir en serio con Angélica porque solo es una asistente ejecutiva, comparto genes con una vendedora ambulante de pueblo en el cuerpecito moreno de una chica.
—Así es la vida, nos da lecciones, no puedes ser un idiota toda tu vida, o sí pero pagarás por ello.
«Y ahora luce muy atractiva».
UN MOMENTO INESPERADO
—¿Mami? —preguntó un niño.
Lucas sintió que se le caía el corazón, hizo un esfuerzo por mirarlo desde donde estaba, pero el niño no terminaba de salir de la habitación. Mariana se levantó enseguida e hizo que entrara de nuevo a la habitación.
—Ya vengo bebé.
—¿Es el niño? ¿Puedo verlo?
—Basta con eso ¿Por qué quiere ver a mi hijo?
—No es tú hijo, no mientas, es hijo de mi hermano y de tu hermana. ¡Por favor!
Ella se echó a llorar.
—Es mi hijo.
—Necesitas ayuda ¿Dinero? ¿Está bien de salud? ¿Necesita algo?
—Por favor váyanse —dijo Mariana.
—Iré a la corte y demostraremos que el niño no es tuyo. Falsificaste documentos para quedártelo.
Ella se mostró asustada, se puso nerviosa, se limpió las lágrimas y tragó grueso.
—Es mi hijo. Váyanse.
El niño salió corriendo de la habitación y se paró frente a los hombres. Mariana intentó atraparlo rápido, pero se sacudía de su agarre e insistía en ver a los hombres.
—¿Quiénes son ustedes? ¿Se van a llevar a mi mamá? ¿Les debe dinero? —preguntó el pequeño.
Lucas pudo verlo frente a él por fin, era idéntico a Mateo, tenía su cabello y sus ojos, lloró sin poder evitarlo. Se llevó las manos a la boca y lo miró detallando cada una de sus facciones, miró sus manos, eran idénticas a las de Mateo, gorditas. Sonrió.
—No, yo soy un amigo de tú mamá, la voy a ayudar —dijo Lucas.
—¿Ayudar de verdad o la hará llorar diciendo que la ayuda?
—¿Cómo? —preguntó Lucas.
—Biel, basta, ven, son amigos, amigos, ve a la habitación.
El niño la obedeció. Lucas lo miró entrar a la pequeña habitación. Se entregó al llanto.
—Váyase por favor —insistió Mariana.
—Voy a volver, como entenderás, quiero ver a mi sobrino —dijo con tono parco.
Mateo y su esposa Ana mueren en un accidente de tránsito, dejan un niño huérfano. Él estuvo alejado de su familia para estar con Ana. Cuando Lucas, uno de sus hermanos se entera, comienza a buscar al niño, le toma cuatro años, en los que se arrepintió de haberle dado la espalda, esperaba que ese niño cubriera el vacío de perderlo, aliviar la culpa y hacer lo correcto.
CONTRATANDO ESPOSO
Sinopsis del libro "Contratando esposo"
Sonia tenía todo lo que quería: dinero, una carrera exitosa, su familia unida, amistades, buen sexo, pero había algo que no tenía, un esposo. A sus 36 años, toda su familia y amistades insistían en que debía casarse y tener hijos, ella consideraba aquello un pensamiento arcaico pero se acercaba la visita de su abuelo desde Italia, al que le mentía diciéndole que estaba casada. Nunca pensó que su anciano abuelo visitara el país, pensó que moriría sin descubrir la verdad, pero el abuelo la visitaría. Sonia debía buscar rápido un esposo, así tuviera que contratarlo.
—Fue mala idea. No creo que vaya a poder hacer esto —dijo en voz baja cerca de mí oído.
—¿Por qué? —pregunté angustiada, «adiós dinero del abuelo», pensé.
—No voy a resistir verte así y no tocarte —dijo y se levantó. Me dio la espalda.
«¡Madre mía! Pero si yo quiero que me toques», pensé.
1 comentario
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IngresarHola, Yo pagué ahorita por el libro La suerte del Millonario y no me permite seguir leyendolo, como.puedo hacer a donde acudo para que me ayuden?
Suge Castro, Puedes escribir a soporte, pero prueba sincronizar la app, a veces pasa que hay que salir y volver a entrar.
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