Despídeme ahora: ¿Por qué es un diario?
Hola, mis queridos lectores. Les mando buenas vibras.
En esta segunda publicación hablaré acerca del tipo de formato de la historia y me adentraré en la decisión final para la portada.
Primero que nada, menciono que cuando comencé a escribir este libro quería retarme a algo diferente (no tan solo por tratar el género Romance). Para lograrlo quise basarme en el libro de Bajo la misma Estrella, el cual está escrito en primera persona, es cronológico y cuenta sobre cierto punto de la vida de Hasel Grace.
Lo que me llamaba la atención de esa historia era la persona gramatical que utilizaba, ¿por qué?, porque normalmente leía escritos en tercera persona y eso de algún modo me cansó. Así mismo, me gustó esa forma de escribir que, a pesar de no tener fechas como nombres de los capítulos, evocaba ser un diario.
Con esa idea en mente y el hecho de que todavía no me atrevía en hacer una historia en tercera persona, decidí poner en práctica el formato diario. Pese a eso, no fue tan fácil porque si bien el lector podría conectarse más con el protagonista, debía cuidar el lenguaje.
René Cárdenas tenía 48 años así que, la forma de expresarse con otros no era la misma al que yo usaba en mi vida cotidiana. Entonces, tuve que esforzarme en redactar como un hombre mayor culto que desconocía algunas palabras de los "jóvenes" (lo logré).
Dejé que mi imaginación fluyese para evitar que se viese forzoso (luego edité) pero, un aspecto que no debía ser tomado a la ligera eran las fechas por describir. Pues, como quería que se conectase con mi vida, quise poner algunos días importantes para mí: el catorce de febrero, el cuatro de julio (mi cumpleaños), el diez de julio (cumpleaños de uno de mis difuntos abuelos) y Navidad.
Seguidamente, al terminar de escribir, estuve satisfecha porque mi reto se cumplió y hasta mejoró cuando me puse a editar el escrito. Ahora bien, una nueva amenaza llegó a mí debido a que no sabía qué hacer con la portada para la historia; no miento, tardé meses en diseñar la final.
Al principio tenía una y la dejé durante meses (algunos la recordarán), sin embargo, tras releer mi texto noté que era momento de cambiarla. Pero, ¿cómo debía ser?, bueno. Quería que evocase ser un diario y encontrar una imagen que me conveciese.
Tras varios intentos fallidos hallé una foto que me encantó. Era el color azul pero eso no era todo, lo mejor era que parecía ser una tela azulada. Ahí fue cuando dije que esa debía ser la nueva portada para la historia ya que conectaría mejor con el formato del libro.
Y, ustedes, ¿qué opinan? ¿Fue buena decisión hacer el cambio o creen que pudo haber sido mejor?; también me gustaría saber si el formato les pareció fácil de comprender y digerir conforme fueron avanzando con la lectura de las fechas.
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