DESCUENTO ACTIVO!!!
Bellezas, tengo descuento activo. Aprovechen con saber el desenlace entre Mia y Liam.
PEQUEÑO FRAGMENTO:
Liam
—¡Liam, despierta! ¡Liam, amigo reacciona! — escucho una voz a lo lejos, como si fuera un sueño y siento como me mueven — ¡¿Qué pasó?!
Abro los ojos con dificultad y caigo en la realidad.
—¡Mia! — grito desesperado, trato de levantarme, pero me cuesta.
—¡¿Dónde está Mia?
Puedo sentir en el tono de voz de Marcos que también está preocupado.
—¡La dejé en la habitación! — grito y por fin logró ponerme de pie.
—Liam, en la casa no hay nadie.
Sus palabras hacen que mi corazón se acelere queriendo salirse de mi pecho, lo tomo del cuello de la camisa.
—¡¿Qué quieres decir?! ¡¿Dónde está?!
Estoy cegado de la rabia.
—Acabo de llegar y solo te he visto a ti.
Me fijo en unas gotas de sangre regadas en el suelo, yo no estoy herido, así que debe ser de Mia, como puedo, tambaleándome corro a las escaleras y llego a la habitación, Marcos va detrás de mí.
—¿Podrías explicar que paso? ¿Entraron a robar?
Busco en el baño, balcón y clóset, no la encuentro por ningún lado, el teléfono está tirado en el suelo, siento que me falta el aire.
Me siento al borde de la cama y coloco las manos sobre mi cabeza, no puede estar pasando esto, no otra vez, no lo soportaría, Mia tiene que estar bien, ella no puede, ni siquiera puedo pensarlo.
Trato de recordar exactamente lo sucedido la noche anterior, veo a Marcos hacer gestos que indican que está hablando, pero no puedo entender lo que dice.
Necesito actuar cuanto antes, camino al clóset me coloco mis zapatillas deportivas, una camiseta y tomo mis llaves.
—¡¿A dónde vas?! — Marcos grita, mientras corre detrás de mí.
—Voy por Mia — estoy decidido a encontrarla y moveré cielo y tierra por ella.
—¿Tienes alguna idea en donde pueda estar?
Subo al auto y lo enciendo sin esperar que Marcos ingrese, él logra subirse y se coloca el cinturón de seguridad.
—Ayer cuando baje, pensé que era un robo, pero me pareció ver una sombra conocida — golpeo el volante con rabia — pero cuando le hable, alguien me golpeo por atrás… de ahí no recuerdo nada hasta que tú me despertaste.
Sujeto el volante con ambas manos apretándolo hasta que mis nudillos están blancos.
—¿De quién fue la silueta que creíste ver?
Marcos me mira y está expectante esperando mi respuesta, presiono el acelerador, ya quiero llegar al lugar cuanto antes.
—Del padre de Mia.
—¡Eso es una locura! ¿Por qué querría lastimar a su hija?
—No sé si planearía lastimar a su hija… — vuelvo a golpear el volante de impotencia —no sé si en realidad era él, nunca le vi el rostro.
—Debemos ir a la policía.
—Sí, pero primero necesito verificar que no tenga a Mia.
Llegamos a un edificio grande en el centro, la construcción es moderna y está en medio de varios locales comerciales.
—¿Acá es donde vinieron a vivir? — Marcos está asombrado, yo ya había venido antes y visto el lugar desde afuera, pero es la primera vez para él.
—Sí, vamos.
Estaciono el auto e ingresamos.
—¿Cuál es su piso?
—El último — más le vale a Gian Ferrari no tener nada que ver con la desaparición de Mia o no descansaré hasta verlo acabado y en la cárcel.
Presionamos el botón del ascensor y empezamos el ascenso, cierro mis manos en puños.
Salimos y nos dirigimos a su puerta, antes de tocar Marcos me toma de los hombros y me pide que le preste atención.
—No estás seguro de que haya sido él… por favor no te descontroles, primero escúchalo.
Solo asiento, aunque no sé si pueda cumplir con eso.
La puerta se abre y aparece Martha, no se parece en nada a la última vez que la vi, está desmejorada, se pueden notar sus pronunciadas ojeras adornarle el rostro.
—¿Liam? — trata de arreglarse el cabello — ¿Qué haces acá?
—Vine a buscar a Gian — mi voz suena más dura de lo que pretendía.
—No está en casa — siento un poco de nerviosismo en sus palabras.
—¿Va a demorar? — Marcos interviene.
—No lo sé — niega y agacha la cabeza.
—¡Mamá! — se escucha un grito provenir de una de las habitaciones — tengo hambre, prepárame algo.
Mary aparece por el pasadizo, llega a la sala, parándose seria y nos queda mirando.
—¿Qué hacen acá? Ustedes no son bienvenidos — pronuncia con rabia.
—No te hemos venido a buscar, así que no te metas —respondo sin contemplaciones.
—¡Cómo te atreves a hablarme así! — se acerca caminando molesta hasta colocarse frente a nosotros.
—¡Eres un maldito! ¡Por tu culpa estamos viviendo acá y no tenemos dinero!
—¡¡¡Mary!!!
Grita Martha en un intento por hacer que se quede callada.
—Es la verdad — regresa su mirada a mí — te llevaste a Mia, ella tenía que casarse con Travis y tú te metiste, encima no nos quieres apoyar.
—No es mi obligación mantenerlos — mi voz sale con asco y trato de dar la vuelta para salir de ahí, no está la persona que me interesaba ver.
Mary me toma del brazo impidiendo que me vaya.
—¡Aún no he terminado!
—¡Pero yo sí! — me suelto de su agarre.
1 comentario
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IngresarHola, cómo estás?
Excelente, gracias.
Un abrazo!¡
Lorena Delgado, Hola hermosa, que lindo leer un comentario tuyo después de tiempo. Un abrazo enorme igual.
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