Penetrar tu corazón

Prólogo

Caminaba por los pasillos de aquella horrible fiesta a la que prácticamente fui obligada a ir.

Mis ojos se pierden en la decoración, los bocadillos y los invitados y todo me parece patético y frío hasta que mis ojos ven a un hermoso hombre. Su mirada azul clava en mi, mientras toma de su copa de champagne.

Algo me hace caminar hasta donde se encuentra aquel hermoso y enigmático hombre. Cuando me detengo al frente de él me quedo por completo sin respiración, porque es más hermoso de lo que podía apreciar de lejos. Su rostro, su labios, sus ojos y finalmente su voz me vuelven totalmente loca.

-Hola -sus palabras me sacan de mi ensoñación.

-H-hola -tartamudeo haciendo que el hermoso hombre ría con energía.

-Eres muy bella rubía -madre mía juro que en este momento -mis mejillas están más Rojas que un tómate -Tan hermosa que si por mi fuera ya te tuviera desnuda -estas palabras me hacen sonreír y el hombre se dedica a mirarme fijamente.

-Pues yo estoy dispuesta a que me desnudes -mis palabras parecen gustarles porque se acerca peligrosamente a mi.

-Te ofrezco ser mía por una semana, te ofrezco hacerte gemir, gritar y hacerte cosas que nunca te han hecho - una gran sonrisa sale de mis labios al escuchar sus palabras -¿Qué dices rubía? ¿Aceptas ser mía por una semana?

-¿Y tu podrás follarme por toda una semana? - respondo con otra pregunta y lo observó con una sonrisa en mis labios.

-Te follarme hasta que te canses hermosa, y queda claro decir que si prometo algo lo cumplo como que me llamo Kevin Raskolnicov -responde con una sonrisa en los labios.

-Pues como me llamo Taylor Mekanicks, yo prometo disfrutar de todo eso que tienes para darme ruso -sin ocultar la sonrisa de su rostro me abraza la cintura y sin verlo venir besa mis labios. Y ese beso me hace acalorarme porque me besa con detenimiento pero con deseo a la vez, cosa que me hace derretirme en sus brazos.

Después de esa fiesta nada fue lo mismo, las palabras que me dijo el rudo la cumplió al pie de la letra. Me beso todo el cuerpo, me hizo gritar su nombre y se metió debajo de mi piel sin mucho esfuerzo. Esos siete días que me prometió fueron los mejores de mi vida, no solo porque me follo en todos los lugares de su casi, si no porque me trató como un princesa, me cuido, me beso, me abrazo y por último me hizo sentir querida por un hombre por primera vez.

Sin el saberlo me hizo desarrollar un sentido por él, sin el ni siquiera pensarlo se incrustó en mi corazón y sin ni siquiera él imaginarlo me hizo quererlo.

Y un par de semanas después me encuentro mirándolo la prueba de embarazo con lágrimas en mis ojos. Tendré un hijo de ese hombre que me demostró que alguien si podía quererme, amarme y protegerme a la misma vez.

Tomo las llaves del auto y sin pensar en las consecuencias. Unos kilómetros después me detuve justo al frente de la mansión de Kevin, me bajo del auto y me encaminó hasta la puerta. Toco el timbre de aquella casa y unos minutos después me abre la puerta el ama de llaves del enigmático ruso.

-¿Gertrudis, Kevin ya se fue? --inquieró con esperanza de que aquella mujer me diga que no, pero lamentablemente es todo lo contrario.

-Señorita Taylor, el joven Kevin se fue del país hace una semana -al escuchar estás palabras algo dentro de mi se rompe por completo.

Una lágrima sale de mis ojos para perderse por mis mejillas y además de esto recuerdo la carta que me dejó al terminarse los siete días que me prometió.

Querida y exquisita Taylor.

Gracias por esos maravillosos siete días. Siempre te recordaré como un recuerdo hermoso y te recreare en mis sueños, porque posiblemente no volvamos a vernos. Así que recibiré cada beso, cada gemido y cada palabra que te dije durante esos maravillosos siete días.

Siempre te recordaré rubía hermosa...

Sin pensarlo me lanzo a los brazos de Gertrudis y esta me abraza sin importar nada.

-¡Lo quiero joder!-exclamo mientras gruesas lágrimas salen de mis ojos -Quiero que vuelva, quiero que me abrace, quiero que me bese, quiero que se quede conmigo para siempre, quiero que me ame -grito más fuerte todavía mientras la ama de llaves trata de consolarme.

Quiero que vuelvas Kevin, vuelve a mi, vuelva a nosotros y no te vallas nunca..

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