RÍO REVUELTO 30% DESCUENTO lee acá un poco
FRAGMENTO
—Deja de maldecir a tu marido, Eerin. Eso no está bien.
—Marido y un cuerno. ¡Tú y yo hemos terminado!
—Si piensas que voy a soltarte después de lo que me costó conseguirte; estás alucinando—echo la camisa al suelo y la señalo amenazante—. Tú y yo resolveremos esto, así tenga que estrangularte en el proceso.
Me lanzo al lago donde Eerin no tarda en tomarme por la nuca para hundirme. Es un demonio en el cuerpo de una mujer. Luchamos en el agua. Por momentos ella me hunde y yo la hundo. Finalmente logro tomarla de la cara enterrando mis dedos en sus mejillas sin piedad y le estampo un beso furioso.
En respuesta recibo un mordisco.
Me limpio la sangre del labio inferior sintiendo que mis venas se convierten en lava. Estoy furioso más allá de la razón cuando sin importarme un caraj- que Eerin despotrique o me arranque la boca de un mordisco, vuelvo a tomarle la cara y la beso.
Un beso dominante, malvado y doblegador. Que culmina con un mordisco brusco. El sabor de la sangre de Eerin en mi lengua es mi trofeo.
—Te gusta lastimar—digo apartándome, muy serio.
—No he sido yo el traidor—gimotea limpiando la sangre que emana de su boca.
Eerin aparta la mirada y las lágrimas fluyen por sus mejillas. De pronto se la ve vulnerable, dolorida y con frío… llorando sumergida en un lago.
—Sophia es solo una amiga—vuelvo a decir con suavidad, sintiendo que mi enojo se desvanece al verla frágil ante mí.
—Pero te acostast- con ella y no me lo dijiste, Tre—contesta en el mismo tono suave pero con mirada directa—. Esa es una traición para mí.
Quieres seguir leyendo Aprovecha el descuento aquí de Río Revuelto
0 comentarios
Es necesario iniciar la sesión en su cuenta para poder dejar un comentario
IngresarEliminar comentario
¿Está seguro de que desea eliminar el comentario?
Eliminar CancelarEl comentario se eliminará de forma permanente.
Bloqueo de comentarios
¿Realmente quiere prohibir a comentar?
Prohibir Cancelar