Primer año de La Albañil

No suelo tomar en cuenta esta pequeña cantidad de tiempo para pensar en una historia, hablar de ello o celebrarlo, sin embargo, hoy viendo la historia y notando el cambio de horario en la plataforma, veo que la misma acaba de cumplir un año y pues no sé cómo sentirme realmente. 

Primero, fue un día ambivalente por las emociones que uno suele tener al empeñarse en algo de lo que necesita otra cosa más y segundo, es un sabor agridulce porque esta historia es diferente a todas; porque si bien ahora tiene un rumbo que me encanta, antes no sentía tanto esa chispa por seguirla. Mucho más empeoró ese sentimiento cuando tuve que dejar mi vida de escritura tan abruptamente por lo que tanto les llegué a comentar. 

Pienso en todo lo que pasó y sé que los procesos no son lineales en esta vida, por ello quizás me hacía  muchas cuestiones con la novela, con esos deseos de tirar la toalla, de enfrascarme en que ya no iba a seguir, en que no podía más y luego pues volvía ese instante de energía que ahora prevalece. 

No es una historia fácil, no es la novela de la que me siento más orgullosa, no es la que más he amado (creo que estaba empezando a odiarla, en realidad, porque sentía enojo por no poder avanzar), no obstante a eso, me he olvidado de mí para poner su destino por encima de todo. 

Y la aventura con esos dos, es nueva ahora. Es algo que disfruto, es lo que no quiero olvidar en momentos donde me agarran las ganas de detenerme porque me falta algo, porque quizás no recibo lo que quiero y así; la cosa es que ellos van más allá de mis expectativas y no saben en serio cuánto les agradezco que se hayan quedado. 

Gracias por tener fe en mí, por no dejarme cuando más me sentí a punto de caer, de tirarme, de correr tan lejos que no buscará regresar. 

Gracias a todos y quizás les he desarrollado el miedo a que puedo detenerme de mi trabajo, pero ahora no puedo porque tengo el compromiso, las ganas y la vida, para mostrarles cómo van a avanzar mis últimos libros. 

La protagonista de esta historia tiene una parte de mí, la parte perdida e infeliz, aislada y viviendo con los muros del pasado sobre sus hombros y tendrá la nueva parte donde eso se pueda solucionar al darse una oportunidad. 

Gracias, mamás, porque aunque por mi inexperiencia pude haber escrito cosas que no tienen nada que ver en la maternidad, igual no me han dicho nada para ver cómo evoluciono con las cosas y a donde me dirijo, mientras sigo aprendiendo en otros lugares y con otras personas. 

Gracias por el tiempo, por la espera, por los me gustas. 

Gracias por tanto y perdón por tan poco.

Disfruten de lo que he puesto en ella, algún día haré las pases con el inicio y el avance de la misma para que me guste tanto como ahora. 

Porque incluso uno tiene que aprender a desarrollar amor por las cosas que no siempre le gustan, aunque no lo pueda cambiar. 

Un abrazo ♡