¡Historia GRATIS y TERMINADA para leer este Finde!
—¡Black! ¡Esto es culpa tuya! —grita Frida con fuerza y yo siento un subidón de adrenalina —¡a la otra te tocará parir a ti!
Adam se asoma desde abajo con ojos muy abiertos, pero alcanzo a ver una sonrisa burlona desde su cubrebocas. Más tarde me arreglaré con él.
—¡Una vez más! —pide Tina.
—¡DIOS! —mi nena da un grito desgarrador y luego escuchamos el primer llanto y yo siento que me voy a desmayar.
—¡Cariño, es una nena! —desde su lugar anuncia Tina con emoción. Una enfermera se lleva a nuestro primer bebé a darle primeras atenciones, pero aún no se termina el trabajo para mi mujer—. Necesito que vuelvas a pujar, nos solo falta un poco más —Frida asiente y empieza de nuevo su labor hasta escuchar el segundo llanto.
—¡Otra niña! —anuncia Adam.
Dios, dos niñas.
Ahora creo que sí me voy a desmayar.
—Lo hiciste bien, cariño —felicitan Tina y Adam. —Todo está bien. Ahora deja que termine aquí abajo.
Con mi corazón desbordando de felicidad sonrío con lágrimas en mis ojos. Era demasiada la emoción y el alivio porque todo salió bien.
—Fuiste muy valiente, nena —le digo sin poder contener las lágrimas de felicidad—. Te amo. Gracias por este par de hermosos regalos —me inclino para darle besarla.
Pasan algunos minutos para que una de las enfermeras me dé a cargar a mis hermosas y pequeñitas princesas. Con mi corazón desatado por la felicidad que emanaba, sonrío con lágrimas en mis ojos cuando las tengo en mis brazos.
—Bienvenidas mis amores, no saben cuánto anhelábamos conocerlas —digo al tiempo que beso a cada una de ellas, ambas han dejado de llorar y parecen unas rosadas angelitas.
—Claire y Hope, han llegado a la familia más amorosa que merecen tener, al fin nos conocemos —una de mis pequeñas hace un gesto como si estuviera entendiendo lo que Frida le dice— este buenorro es papá; como su nombre lo dice, él es un Titan, tan poderoso como amoroso y protector y yo soy mamá, amiga, confidente y cómplice —besa a cada una de ellas y me mira con lágrimas en los ojos.
Es el momento más feliz de nuestras vidas. No podía pedir más.
Me sentía lleno y complacido por mi esposa y mis hijas.
—Son muy hermosas —susurra Frida mirándolas con dulzura. Yo asiento con plena seguridad de la maravillosa herencia de sus genes.
—Y lo mejor, es que serán monjas —susurro, Frida suelta una risita mientras niega divertida.
Dejaré creer a mi querida esposa que estoy bromeando.
Finalmente, éramos marido y mujer y estábamos formando nuestra propia familia con dos hermosas princesas, que crecerán rodeadas abundante de amor y la mejor educación desde casa o un convento.
2 comentarios
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IngresarMuchísimas Gracias ,!!
Mil gracias, Feliz noche!¡
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