Capítulo 12 "No debí quedarme"
Subo al elevador y marco el piso que la joven me indicó, al llegar al mismo, las puertas del elevador se abren, permitiendo me ver un lugar elegante y lujoso.
Veo a otra mujer joven, salir por una puerta que tuene una placa que dice, en letras elegantes y doradas: "Licenciando Jan Palmer". A paso apresurado, me dirijo hacia la puerta, y sin tocr entro al lugar.
—¡Carlos! —Exclama, Micaela al verme llegar, incorporándose de inmediato —¿Qué haces aquí? —Pregunta, con incomodidad.
—Vine a buscarte, para evitar que hagas una estupidez —Respondo furioso —Te dije que no nos vamos a divorciar y no lo haremos —Nos vamos ya mismo de aquí.
La sujeto del brazo y la obligo a caminar conmigo, hacia la puerta de la oficina.
—¡Suéltame! —Dice Micaela, molesta, pero la ignoro.
Justo cuando estamos frente a la puerta para salir de la oficina, la misma se abre, para dejar pasar a un hombre vestido de saco y corbata, que fija la mirada en ni esposa, luego en mí y por último en el brazo de Micaela, donde estoy ejerciendo el fuerte agarre.
El tipo me mira, con cara de pocos amigos.
— Mick este hombre es… —Pregunta el recién llegado, dirigiéndose a mí esposa.
—Yo soy el esposo, de Micaela —Respondo con altanería—¿Y usted es? —Agrego en el mismo tono.
—Yo soy, Jan Palmer el abogado, que lo divorciará de su esposa —Mucho gusto, dice el abogaducho de quinta, con una sonrisa que hace que me den ganas de partirle la cara a golpes.
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