Él le para el carro a su secretaria…
—Buenas tardes, señorita Davids —me dice mi jefe y yo cierro detrás de mí para caminar hasta mi escritorio a su lado.
—Buenas tardes, señor, podría por favor decirme que desea que haga hoy.
Él levanta una de sus cejas en mi dirección y no entiendo por qué hace eso.
—No debería de hacer esa pregunta, y mucho menos de la forma en como la hizo. —Lo observo confundida porque no sé de qué está hablando.
—No estoy entendiéndolo, señor, ¿Qué quiere decir? —Veo como se levanta de su lugar para caminar hasta donde estoy.
—Tengo muchos más años que tú, eso es obvio, así que puedo decir que tengo mucha más experiencia en la vida que tú. —Intento esconder mi expresión de confusión, pero él sonríe pillándome—. Sé que no entiendes por qué te dijo eso, pero lo debo hacer porque quiero que queden un par de cosas claras entre nosotros.
—La verdad es que no lo estoy entendiendo muy bien, señor, puede porfa ser claro. —Asiente colocando las manos en sus bolsillos y sentándose en la esquina de su escritorio.
—Soy un hombre casado y que no va a botar todo a la basura por una chiquilla como tú. —Abro la boca asombrada porque este hombre sí que sabe cómo bajarte de la nube rápida—. Así que quiero que tenga claro que, si piensa en coquetearme para conseguir acostarse conmigo, está muy equivocada, no me gustan las niñas y mucho menos de su estilo. —Aprieto las manos con fuerza en mi regazo.
—¿De mi estilo? ¿Qué rayos significa eso?
—Con un gran letrero en la frente que dice problemas. Usted es una mujer muy hermosa, Isabella, aunque se esconda bajo esa ropa, su belleza aún es muy notable y eso solo traerá problemas para las personas que esté a su lado, y ahora mismo, eso es todo lo que no quiero, así que le voy a pedir que se mantenga alejada de mí. —¡Mi3rda!, parece que le estoy afectando más de lo que creía, ahora si puedo creer en lo que digo anoche, aun así, sé que él tiene razón, no puedo permitir que nada pase entre nosotros o voy a terminar muy mal.
—No se preocupe por eso, señor, no está en mis planes convertirme en su amante, así que no tiene nada de que preocuparse. —Aprieta con fuerza la quijada y parece que no le gustó mucho mi respuesta, bueno, pues que lastima por él, pero no pienso volverme la amante de nadie, aparte que su personalidad me produce migrañas.
3 comentarios
Es necesario iniciar la sesión en su cuenta para poder dejar un comentario
IngresarPor Favor Podría Darnos El Verdadero Titulo De La Novela, Porque La Del Links No Es. Muchas Gracias.
Mary Cervantes, Ahhh, Muchas Gracias Por La Información.
Cuando marco a lo azul me sale otra historia a la que estas describiendo aqui, no son las mismas
Mary Cervantes, Oh ya veo entonces la agregaré y cuando termine con el libro que estoy leyendo,compraré este ya que esta barato y me gustó el pedazo que leey (n.n)
Holis,es cierto, cuando le das al link no te lleva a esa novela que no tiene nada que ver con lo que manifiesta ser está novela
Rhina Andrade, Eso es porque lo publicado en este blog es un fragmento del capítulo 5, no la sinopsis.
Eliminar comentario
¿Está seguro de que desea eliminar el comentario?
Eliminar CancelarEl comentario se eliminará de forma permanente.
Bloqueo de comentarios
¿Realmente quiere prohibir a comentar?
Prohibir Cancelar