¡ÚLTIMAS HORAS DEL DESCUENTO!
Queda muy poco tiempo para que el descuento termine, no se queden sin leer a DIGNO DE TUS OJOS
EXTRACTO:
—¿De eso se trata? ¿Quieres el mundo a tus pies? —Zach rio a carcajadas mientras negaba hiriente—. Nunca tendrás nada, Bakken, sin importar cuantas personas mates… nunca tendrás la satisfacción de merecer nada.
—Me conformo con quitarte lo que tú tienes —pronunció triunfador Valhir, mientras le mostraba las fotos de Lea junto a él—, una delicia de mujer…
El rostro de Zach palideció y sus ojos no se despegaron de la pantalla, mientras El Mastín saboreaba la impotencia que estaba sufriendo. Comenzó a negar desesperado, buscando con fuerzas desprenderse de su amarre.
—¿Qué le hiciste? ¿Tú te la llevaste? ¡¡No te atrevas a tocarla!! —gritó enajenado—. Aléjate de ella, Bakken, esto no tiene nada que ver con ella… ¡¡No la toques!!
Esa vez fue el turno de Valhir de sonreír astuto, el efecto Lea era catastrófico en los hombres…
—Llegaste tarde, pero puedo asegurarte que anoche la traté muy bien. —Se acercó hasta quedar detrás de Wallace y cortó la soga de sus pies y manos con rapidez y lo atrapó por el cuello—. Ahora… tú decides si los próximos días de Lea Harper serán placenteros o… su cuerpo solo será carnada para mis perros.
Podía sentir la lucha de ese hombre mientras aplicaba una llave en su cuello con el brazo cortándole el flujo de aire, sin embargo, la tensión y la pelea de Zach no se debía a eso… era por Lea. Valhir lo arrastró hasta donde estaban los papeles y lo empujó con fuerzas, mirándolo amenazante.
—Ella jamás se acercaría a un hombre como tú. —Lo pronunció con tanta convicción que por un segundo aquello le resultó familiar.
—¿Crees que eso es un problema para mí?… no acostumbro a pedir permiso para tomar lo que quiero. —Su navaja se acercó al cuello de Zach y al verlo tan insolente nuevamente, no pudo evitar marcar su mejilla—. Firma… y te aseguro que sus gritos solo serán de goce. O muere… y me aseguraré que sepa que cada grito de dolor que tenga… es por tu culpa.
Zach Wallace se quebró ante él y bajó su mirada, sus ojos se cubrieron de una película cristalina, aunque la rabia brotaba de sus poros. Ese hombre que no bajaba su descaro ante nada, era capaz de entregar todo por Lea Harper, ¿Cuál era su poder? Lo vio tomar la pluma mientras una gota de sangre se derramaba lento por su mejilla, pero antes de dejar su firma lo miró estoico.
—Nunca mereciste una oportunidad… —murmuró con odio y su sello fue grabado en cada papel que le daba el poder a El Mastín—, morirás con las ganas de tener a una mujer como Lea.
La cordura de Valhir se esfumó y aquella falsa tranquilidad abandonó su cuerpo. Su navaja atravesó lento el contorno del cuello de Zach mientras este se aferraba con fuerzas a su chaqueta. Wallace no emitió un solo grito mientras los borbotones carmesíes se derramaban y El Mastín disfrutó la siniestra sensación de callarlo.
—¿Quién dice que no la tengo? —siseó sonriendo letal, aunque por dentro su violencia se acrecentaba.
—No... —La sangre fluyó con más fuerza al querer pronunciar y Valhir lo sujetó sobre la herida con fuerzas, manchándose las manos con el líquido tibio y viscoso—, eres… digno… de…
Las entrañas se le retorcieron al comprender lo que quiso decir y la ceguera violenta que le provocaba aquella humillación y desprecio terminó de despertar a su animal. Sin alma… sin corazón y a sangre fría, El Mastín atravesó por completo aquel cuello de extremo a extremo sin pensarlo. Sin embargo, no le bastó… había algo más que sus demonios reclamaban y era arrancarle esa boca que se llevaba la sensación que él anhelaba.
—Digno o no… ella será mía.
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