Nuevo libro ¿Quieres entrar en mi profesor?
Cap3
Katherine estaba más que furiosa y exicitada, faciba, anciosa aquel día.
"No veia la hora en tenerlo dentro, de una vez y por todas"—, se labios los labios Katherine.
"¡Sí, mi profesor se ha convertido en una de las más deliciosas adiciones, que he tenido"—, continuó sus pensamientos la rubia. Deseando estar en una habiatacion sola con el, disfrutando de una buena mamada.
Sin embargo, a Katherine le daba coraje, el hecho de que por más que se ha insinuado, de todas las formas posibles a su profesor, él la vive ignorando todo el tiempo, sin disimular su desagrado.
Era como si todo lo que hicera Katherine no sirviera de nada.
En clase incluso le hubo abierto las iernas descaradamente para provocarlo, sin embargo, el ponia cara de desagrado.
Si no fuera porque a Katherine no le importada. Que el profesor nuevo solo es un capricho que quiere darse, pero sobre todo, que quiere tener por haberla rechazado como si ella fuera cualquier persona, la rubia ya hubiera abandonado el tema, y no estaria insistiendo. Pero como a ella nadie la rechaza, ahora el profeson Victor tendra que pagar las consecuencias.
—¿En que estas pensando, Katherine? —, cuestionó su única amiga en ese lugar.
—Pienso que para Victor soy invisible y eso me da rabia—, sentenció amenazante.
—Y lejos de desanimarte su rechazo, causa un efecto peligroso en ti—, mencionó, recordando como ella le hubo comentado, como le fue a otro sujeto que la desprecio.
El rechazo de víctor para Katherine, era como una dulce invitación al pecado para Katherine.
A katherine le facinaban los restos y lejosde desanimarla o que ella perdiera el interés, su obsesión era aún más fuertes.
Katherine lo quería dentro.
Ella quería saber que se sentía tener su lengua, lamiendo su coño, dandole mordiscos mientras el placer la invadía todo su cuerpo, o la sensación que sentía rompiendo su vagina mientras cogia su coño y la besaba.
Es qué, la sola idea de tener a ese semental dentro de ella, la ponía a mil.
No es fácil lidiar con las hormonas y menos cuando se es tan joven, como Katherine, que apenas tenia 21 años de edad.
"¿Como se sentiría tener sus labios, en su clítoris?"—, pensó la rubia con una fuerte necesidad de tenerlo dentro.
—Estás jugando con fuego, Katherine—, manifestó Sandra, sacando a la rubia de sus pensamientos pecaminosos—. Te puedes quemar, si continuas con ese jueguito con el profesor —, le adviertio Sandra preocupada, unas vez se quitaron la ropa en la habitación que ambas compartían.
—No le tengo miedo al fuego—, dijó con unas medias risas coqueta en sus labios—. Más bien, deseo queme, pero no sola—,mencionó sin pudor ni molestia —, sino con él—, manifestó un tono tan masivo que Sandra le causó hasta miedo, que alguien le comentara a la directora, las locuras que katherine estaba haciendo al intentar seducir al profesor.
—¿Si tu abuela se entera?—, cuestionó preocupada, Sandra. Ya que Katherine le había contado lo cruel y despiadada, que se hubo comportado con su propia nieta.
—No me interesa—, respondió con resentimiento.
—Tu padre...
—Tampoco me hables de él—, reaccionó rápidamente de un modo agresivo. —, es un hipócrita que se dejo manipular por esa vieja bruja para deshacerse de mí—, continuó dolida con su progenitor.
—No digas eso, tu padre tendras sus razones para haber hecho lo que hizo —, intento defender lo indefendible, Sandra.
—Ese hombre, no es nada mío. Para mi esta muerto al igual que mi madre...
—No digas eso...—comenzó a decir Sandra
—No intentes defender lo indefendible—, mencionó con fastidió —. No es que me importe. Porque de todas maneras cresi sin padre y estoy viva. Pero como te sentirias, si despues que piedes a tu madre, 5 años después que tu madre muere, te enteres que tienes un padre. Y qué, cuándo crees que todo estara bien, tu supuesta abuela resulta una maldita bruja, que desde el mismo momento en que te conoce, te repudia y convence al hombre que te dio la vida, es el mismo que en cuanto tuvo la oportunidad te encierra en este lugar, solo por petición de su madre—, recordó con evidente resentimiento la rubia.
Katherine sentía en su interior un gran dolor. Los primeros días fueron los mejores para ella. En esos días supo lo que es tener un padre, pero la felicidad duró poco, ya que en el momento en que su abuela se entero de su existencia. Le hizo la vida de cuadritos y le exigió, que la formarán, ya que sería la única heredera de los Montes de Albas.
—Viéndolo de esa forma, creo que mejor me cayo—, dijo Sandra, sin saber que decir.
—¿Cambiando de tema, hoy dormirás temprano? —, dijo con un brillo extraño en su mirada.
—Si, no tengo tanta tarea. Durante el reseso que nos dios la odiosa de la profesos Soltera,aproveche para hacer algunas ¿porqué?
—¡Por nada!—, fingió desinterés.
—¿Que estás planeando, Katherine? — interrogó, Sandra, conociendo a Katherine.
—Solo te diré que tengo frío y qiiero calentarme...
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