Alerta Spoilers- Carta A Un Amigo

En la vida muchas veces encontramos amistad dónde menos lo esperamos, este es el caso de Valentino, protagonista de En solo un momento. Encontró un buen amigo y, creo que a través de esta amistad pudo crecer y aprender lo que realmente importa. Con el paso del tiempo y las experiencias vitales, nuestras prioridades cambian;  sobre todo cuando estamos en el último tramo de nuestras vidas. 

Don José veterano de la Guerra del Chaco (Paraguay 1932 - 1935); en su vida ha ganado mucho y ha perdido mucho más aún. Con todo ese bagaje de experiencia pudo hacer que su novato amigo, llegue a apreciar los detalles más insignificantes de la vida; una puesta sol, una buena charla, un día de pesca, una noche de seretana; pero también lo más importante, la familia, los amigos, la salud, el timpo y el amor de una buena mujer. Al morir deja a Valentino en una carta sus últimas palabras.

Querido Valentino:

He tenido una vida plena, unos padres maravillosos; mi infancia la pasé en el campo, rodeado de la naturaleza con sencillez pero feliz, cuándo la patria necesitó de mí, fui a cumplir dejando a mi madre llorando, suplicando por que regrese con vida; pero la mirada de orgullo de mi padre me dio la fuerza suficiente para cumplir con mi deber.

Al regresar tuve la mejor recompensa de todas; conocí a la joven más bella, simpática, amable, cariñosa e inteligente. Nunca me hubiese imaginado que se fijaría en alguien como yo, sin nada más que ofrecer que a mí mismo. Juntos construimos un hogar, una vida que tuvo momentos malos no puedo mentirte, pero los buenos superaron cualquier adversidad, porque tenerla a ella a mi lado era todo lo que necesitaba para levantarme y seguir luchando.

Su sonrisa, su cálido toque y sus palabras lograban disipar cualquier duda; era todo para mí, luego llegaron los hijos, esos pequeñitos que nos demuestran que el amor que tenemos dentro nuestro es inagotable. A veces vamos creciendo y nuestras prioridades cambian, nos empiezan a interesar o preocupar nimiedades. Creemos que cuanto más dinero tenemos seremos más felices y corremos tras él; olvidando lo que es realmente importante. Eso me pasó a mí y lastimosamente fue muy tarde cuando me di cuenta que buscando la olla al final del arcoíris, de a poco fui perdiendo mi más preciado tesoro. Hasta el final de mis días no lo pude recuperar; pero la vida fue generosa conmigo en el ocaso de mi existencia, conocí al mejor amigo que puede haber tenido, me ha encantado compartir con vos todas las tardes de charla, pesca y las pequeñas aventuras; me hiciste volver a creer que Dios existe.

Gracias amigo por regalarme un poco de tu juventud, por permitirme ser parte de este momento tan importante e inolvidable que es la adolescencia. Valentino, recuerda que la juventud no es eterna y que se recoge lo que se siembra, nunca olvides que el amor y el cariño de tus seres queridos es lo más importante; porque si tienes lo material; pero te quedas sin nadie con quién compartirlo tu esfuerzo no ha servido de nada.

No dejes que la vida cambié tu forma de ser, esa sonrisa honesta y la amabilidad que te caracteriza que nunca perezca, con el tiempo perderás esa inocencia porque es parte de madurar; pero no dejes que los problemas que seguro vas a tener cambien tu esencia o amarguen tu alma.

Disfruta de un día soleado, de un pequeño paseo y si tienes oportunidad viaja, conoce otras culturas, nuevas personas, vive aventuras. Cuida de tus padres, por experiencia te digo que son los únicos que estarán a tu lado en las buenas y en las malas. No dejes que nadie marque tus tiempos, hasta cierto momento en nuestras vidas las reglas vienen de afuera; pero luego somos nosotros los que tenemos que ponernos límites, ponte alerta para descubrir cuáles son los tuyos.

Si encuentras el amor no lo dejes escapar. Una mujer sencilla, que esté dispuesta a acompañarte en tus locuras, que luche a la par codo a codo y que comparta tus alegrías así como tus momentos difíciles, que sepa aconsejarte; pero sobre todo que te ame más que a nada y por supuesto que vos sientas lo mismo. Si sus virtudes pesan más que sus defectos esa es la indicada, cuídala y respétala.

Bueno he divagado un poco; pero tengo tantas cosas que decir que necesitaría  demasiadas hojas, litros de tinta y tiempo del que ya no dispongo. Me despido amigo, te deseo una vida feliz y prospera, realmente espero que tengas éxito en todo lo que decidas emprender. Te lo mereces. Sabés que no me gusta la zalamería; pero quiero que sepas,  que te tengo un gran aprecio y cariño. Por favor no te olvides de los que dejo aquí, ellos necesitan de tu compañía, sigue viniendo a visitarlos. Me despido y nos vemos en otra vida, hasta siempre amigo del alma.

                                                                                                Sargento Primero José Troche

P.D: Espero que la próxima vez que nos veamos, sea yo el que maneje tu silla de ruedas.

En sólo un momento