A more Dreamer

Izaro Laveau, el monstruo del bosque de Takayama más temido por todo el pueblo, ha vivido más años de los que su extravagante y temible apariencia da a conocer. Él es un perfecto ejemplo para decir que, lo desconocido es, para el ser humano, uno de sus mayores temores.

Había una vez un niño huérfano que carecía de un nombre y tenía la terrible habilidad de escuchar las voces de aquellas personas de las que alguna vez su corazón palpitó. "¿Quién soy yo?" Era la mayor pregunta que el huérfano tenía, hasta el día en que conoció a Isabelle, quien lo nombró como a su terrible enfermedad: Hansen. Una noche en el orfanato que recogió a Hansen, él y un chico llamado Murazaki, decidieron jugar el juego de las 100 velas con ayuda del libro que Isabelle le dio a Hansen en una de sus visitas. Al llegar al final de juego, un espectro sin nombre hizo su aparición frente a Hansen. "por favor, dime quién soy", fue lo único que pidió el ser desconocido con desesperación al huérfano.

El primer amor es un fenómeno del que ninguno puede escapar. Por más que nos resistamos a ese fuerte sentimiento, llegará el mañana en donde tus palabras hacia cierta persona sean suspiros y su rostro sea lo primero y lo último que recuerdes en el día. Sin embargo, ¿quién nos asegura que el primer amor siempre funciona?