Capítulo 45 Una propuesta apresurada

Adelanto del capítulo...

—No me cabe dudas de que serías una buena madre ―asomó la tela, limpiando la supuración, abriendo más para extraer todo el residuo amarillento que tenía un olor desagradable, pero que a ninguno de los dos parecía importarle, menos a él como médico.

―Tú también serías un buen padre ―le colocó un pañuelo húmedo en la frente al niño―. ¿No lo has pensado? Tener tus propios hijos, que vengan contigo cada que te necesiten.  

―No quiero hacerte sentir incómoda, pero la única idea de tener una familia es contigo ―volvió a pasar el pañuelo, limpiando la zona infectada, hizo una ligera incisión con el bisturí y salió más supuración―, pero como te dije, es improbable saber si podrás llegar a tener hijos.

―¿Ves una familia conmigo? ―continuó ella.

―Aspiro a todo contigo, desde algo simple como caminar junto a ti hasta hacerte feliz.

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