A la puesta del sol

Un atardecer de esos que no sabes si son reales, con el viento chocando en mi rostro y haciendo de mi pelo un desastre, el mismo desastre o un poco mas del que sentía en el corazón; después de saber que no todo lo que brilla es oro pero aun así amaba estar aquí, con estos hermosos paisajes que solamente me podría ofrecer el rancho de mi abuelo pero sabia que esa llamada me iba a traer muchos problemas.

Desde pequeña ame este lugar, estar aquí me hacia sentir en casa a pesar de cada obstáculo del día a día este sitio era mi escapatoria a la realidad. Las caballerizas siempre pulcras con los semejantes caballos de melena brillosa. Cada que podía me escapaba a este rancho salir de la ciudad para venir aquí y cuidar de estos hermosos animales que se convirtieron en todo para mi.