Entre sus manos. 18+

— No la buscábamos... pero ella nos encontró. Y desde el primer segundo, lo supimos: nunca volveríamos a ser los mismos. Con una sola mirada, nos sometió, y desde entonces, todo lo que somos, todo lo que hemos sido a lo largo de los siglos, se ha transformado para servirla a ella.

— No te equivoques, no es una simple hembra. Ella es nuestra reina, nuestra luna, la compañera que ninguno de nosotros supo que necesitaba hasta sentir su presencia. Nos tomó, nos destrozó y luego nos reconstruyó a su imagen. Cada palabra suya es una orden; cada deseo, un llamado a nuestra lealtad ancestral.

— Nos ha marcado de formas que los jóvenes no podrían comprender. Nos hizo arrodillarnos, algo que jamás habríamos permitido a nadie más...