Entre el eros y el polvo 18+

El reloj de arena no mide el tiempo, sino la erosión. Cada grano que cae es un suspiro, un beso olvidado, el temblor de una mano que se aferra al último recuerdo. En el vasto desierto de lo que fuimos, los amantes no mueren; se desvanecen. Sus risas se convierten en eco, sus caricias en polvo, y el fuego de su pasión en ceniza que el viento dispersa.

¿Qué es el eros? ¿La fuerza que une dos almas con hilos de seda, o la frágil ilusión que nos distrae de nuestra propia disolución? Hay quienes dirían que es un fin en sí mismo, la cumbre de la existencia. Pero aquellos que han visto el crepúsculo de un amor saben que cada éxtasis lleva consigo la semilla de su propia extinción.

Y así, en un rincón del universo donde las promesas se escriben en el aire y los juramentos se los lleva la brisa,