Finjamos que estamos juntos 18+

Esta historia entrelaza la política con el amor. Se reconocieron por casualidad, habían terminado hacía 15 años. El amor se reavivó en un apasionado romance, producto de la convivencia obligada; hasta que pasó lo inevitable: ella estaba encinta. La noticia llegó a oídos de su prometida y aunque él intentó romper el compromiso e, invocando el respeto a su apellido, lo perdonó. La gestante se hizo cargo de sus decisiones, pero su padre enloqueció y despotricaba contra quien había fallado como hombre. Ahora ellos se evitan, pero es muy cierto que… “donde hubo fuego, cenizas quedan”, y hay quién apuesta que el amor puede vencer los obstáculos y siempre sale victorioso. Esta historia de desamor tiene un final incierto, porque en la vida nada es para siempre, ni siempre hay finales felices.