Mí hermana camina como pato.

Esta es una historia real, acerca de los lazos de amistad que se pueden llegar a formar a lo largo de la vida y el impacto positivo o negativo que otras personas pueden llegar a generar en ella. Mostrando de este modo, una historia en la cual, el estar siempre para quienes queremos, sí es posible puesto que siempre queda un chance, un espacio, un tiempito, que aunque sea pequeño le dice a la otra persona que estamos con ella en los peores momentos, tal vez no para curar su dolor, pero sí para hacer su carga menos pesada, aunque hay veces en que la vida misma conspira para hacer la situación cada vez más difícil... la vida misma te estruja el alma, te parte el corazón en mil pedacitos, como si tu tan sólo fueras una marioneta sin sentimientos.