Tacones en la oscuridad 18+

La puerta de entrada quedó abierta cuando mis atacantes se marcharon, tras robarme hasta el último centavo, asesinar a mi hermano y dejarme al borde de la muerte. Mi casa permanencia sumida en la oscuridad, iluminando mi cuerpo moribundo la luz de la luna, como si de alguna forma intentara reconfortarme. Quería gritar, pero la mordaza seguía aprisionando mis labios. Ahora mis brazos estaban libres, pero las profundas cortadas en mis muñecas me impedían moverlas. Elevé mi mirada por última vez, observando la luna, deseando ponerle fin a todo de una vez por todas. Parpadeé un par de veces, hasta que una figura bloqueó mi visión. Era incapaz de mantenerme despierta por más tiempo y sin importarme que más pudiera hacerme ese desconocido, cerré los ojos, jurando que buscaría venganza.