Tú eres Mi Dueña 18+

-¡No puedes! - gritó - No puedes dejarme.
Mantenía extendida su mano hacia ella, mientras que su cuerpo se aferraba a la pequeña antena del rascacielo.
-¡No eres mi dueño! - contraatacó e inclinó su cuerpo hacia el vacío.
-No, pero yo soy tuyo.
El mundo dejó de girar, o eso pareció, ella volteó a ver al hombre que estaba a su espalda. La sangre en su ropa y algunas cortadas le daba a entender que no le había sido fácil llegar hasta ahí y que habría un caos cuando bajaran.
-No te preocupes, ya no habrá más sufrimiento.
-¡Tú te convertiste en mi infierno!