Irene Adler

François LeBlanc es un dandi parisino hedonista, con gustos excéntricos, odia el dulce y sólo confía en sus dos mejores amigos, Pauline Tilman y Sébastien Lefevre. Creía que el amor era trágico y pensó qué había elegido a la mujer indicada para volver amar después de haber sido plantado por su primera novia, lo que él no sabía es que el amor no entra de forma silenciosa en la vida de alguien si no que llegaría y alteraría cada aspecto de su vida. Después de que conoce aquella mujer de ojos cafés y su adictiva boca dulce, todas sus creencias sobre la vida dan un giro, pues contra todos los pronósticos cae rendido ante su boca mordaz, llevándolo cada vez más al infierno de su dulce tentación.